Russafa entre el desconcierto y el rechazo por declararse el barrio Zona Acústicamente saturada

El barrio de Russafa, uno de los más vibrantes y activos de la ciudad, está en el centro de un debate que enfrenta a vecinos, hosteleros y autoridades locales. La reciente decisión del Ayuntamiento de València de iniciar el proceso de declaración de Russafa como Zona Acústicamente Saturada (ZAS) ha generado una mezcla de desconcierto y preocupación, particularmente entre los hosteleros y algunos residentes que ven en esta medida un posible golpe a la vida social y económica del barrio.

Juanjo Almendral, vecino y hostelero de Russafa desde hace más de 30 años, expresó su sorpresa ante la posible declaración. "La mayoría de los vecinos estamos en contra. Este barrio ha renacido gracias a la actividad hostelera, que ha atraído nuevas tiendas, teatros y actividades diurnas", afirmó Almendral en una entrevista reciente. Según el hostelero, la ZAS es vista como una medida que "incrementa los problemas, en lugar de solucionarlos", recordando los efectos negativos que tuvo la misma medida en el barrio del Carmen, convertido ahora en un “parque temático para turistas”.

La declaración de ZAS implica, entre otras cosas, la reducción de horarios en las terrazas de los establecimientos. Inicialmente, la normativa permitiría mantener los horarios actuales los viernes y sábados, con una reducción de media hora de domingo a jueves. Sin embargo, los hosteleros temen que esta “ZAS blanda”, como la denominan, pueda desencadenar restricciones más severas en el futuro, afectando no solo a la actividad nocturna sino también a la convivencia en el barrio.

Pese a la inquietud generada, Almendral subraya la importancia del diálogo y la convivencia entre los vecinos y los hosteleros. "Somos los primeros interesados en que no haya problemas. No queremos que el barrio se convierta en un espacio conflictivo. Incluso hemos pensado en organizar una paella comunitaria para fomentar el diálogo entre todos", agregó.

Por su parte, el Ayuntamiento de València, a través del concejal de Mejora Climática, Acústica y Eficiencia Energética, Carlos Mundina, ha insistido en que la normativa de la ZAS busca equilibrar el descanso de los vecinos con la actividad económica. Además, han anunciado la implementación de un plan de reducción del ruido que incluirá la instalación de material fonoabsorbente en las terrazas y otras medidas para minimizar el impacto acústico.

La tramitación de la declaración de ZAS seguirá un proceso administrativo que incluirá la participación ciudadana. Mientras tanto, el barrio de Russafa sigue debatiendo su futuro, con la esperanza de encontrar una solución que permita mantener su identidad vibrante sin sacrificar la tranquilidad de sus residentes.