La morcilla de Guadalupe, una delicatesen extremeña en busca de la Denominación de Origen

Originalmente, era una manera de no desperdiciar nada de la matanza. Hoy en día se ha convertido en un embutido muy apreciado y demandado dentro de la gastronomía extremeña.

La morcilla de Guadalupe está elaborada con cerdo y berza. Este embutido, típico de la localidad que le presta su nombre, está considerado un manjar de la gastronomía extremeña digno de preservar. Tanto que el ayuntamiento trabaja con los dos productores locales y la Junta de Extremadura para alcanzar la DOP (Denominación de Origen Protegida) para evitar que continúen las imitaciones del producto.

Ya se ha iniciado un estudio en el que se detallan sus características y se indaga en sus orígenes. La administración se encuentra actualmente valorando qué fórmula es la más adecuada para obtener la Denominación de Origen Protegida (DOP) o la Indicación Geográfica Protegida (IGP), en definitiva un sello de calidad.

Cualquiera de los dos reconocimientos servirían para poner en valor la calidad y particularidades de una receta muy antigua, que solo fabrican dos carniceros en el municipio en la actualidad, y que pelean por que esa excelencia y esfuerzo les sea debidamente reconocido y protegido.

¿Qué diferencias hay entre una DOP y una IGP?

La diferencia fundamental sería que, en un producto con DOP, el vínculo entre las características del producto y la zona geográfica en que se produce es más fuerte que en uno con IGP, ya que en el producto con Denominación de Origen Protegida las características del producto se deben fundamental o exclusivamente a la zona geográfica, mientras que en un producto con Indicación Geográfica Protegida, solamente es necesario que una cualidad, una reputación o una característica se deba a la zona geográfica.