¿Hay fantasmas en el Parador de Mérida?

«Mi hijo me decía que, al apagar la luz, un niño salía del baño con las manos mojadas y le tocaba los pies; y eso no le gustaba»

Javi Moreno

Publicado el - Actualizado

2 min lectura

¿Fantasía o realidad? Que más da. Estamos inmersos en la semana de Halloween y, con ella, la adrenalina que nos proporcionan esas historias de terror que nos ponen los pelos de punta. Es el caso, por ejemplo, del niño fantasma del Parador de Mérida.

Probablemente, una de las personas que más de cerca han vivido estas experiencias fuera de lo común es Helen Martin, la esposa del actual director del Parador, quien por motivos laborales vive con su familia en la segunda planta de este histórico enclave. Helen cuenta que su hijo mayor estaba convencido de que escuchaba a un niño en el cuarto de baño, y era incapaz de dormir con esa puerta abierta, mientras que su hijo pequeño no solo lo oía, sino que también veía a ese misterioso niño que lo atemorizaba con su mirada triste y sus manos frías.

Pero a lo largo de su historia casi centenaria no son pocos los huéspedes que aseguran que allí suceden cosas extrañas. Algo que también corroboran algunos trabajadores del edificio. Apariciones, ruidos, objetos que se mueven solos... Las historias paranormales son variadas, aunque se concentran en varios puntos específicos del edificio: las escaleras, el pasillo de la segunda planta y, sobre todo, la habitación 205.

PARADOR DE MÉRIDA: UN LUGAR CON HISTORIA

El Parador de Mérida, construido sobre las ruinas de un antiguo templo romano, comenzó a funcionar como alojamiento turístico en el año 1933. Pero antes de eso fue un convento, una cárcel, un hospital, un manicomio y una escuela. Un edificio, en definitiva, histórico, que ha acogido a reyes y artistas, y donde se han celebrado también importantes cumbres políticas. Uno de los paradores más antiguos de España, cuyas paredes pareciera que hayan quedado impregnadas de los ecos del pasado.

Por 'Herrera en COPE' en Extremadura ha pasado la mayor especialistas en estos asuntos de la región, la periodista y escritora Israel J. Espino, además del propio director del Parador de Mérida, Daniel De Lamo, que se ha mostrado escèptico con estos asuntos.