Badajoz - Publicado el - Actualizado
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Ya ha entrado en vigor la polémica Ley de la Restauración de la Naturaleza. Se trata de una norma de la Unión Europea cuya meta es restaurar al menos el 20 % de los ecosistemas degradados en 2030 y todos ellos para mitad de siglo, incluidas las tierras de cultivo. Entre otros puntos, el reglamento establece obligaciones para corregir la disminución de polinizadores, recuperar el 30 % de las turberas vaciadas para uso agrícola, no reducir espacios verdes urbanos o eliminar barreras artificiales en los ríos de la UE.
Todo suena muy bien, pero la realidad puede ser bien distinta. ¿Somos conscientes en Extremadura de lo que puede llegar a suponer la aplicación de esta ley para el mundo rural y el sector agrario? La mayoría de las organizaciones agrarias se han posicionado en contra.
También se suman a las críticas voces autorizadas como la del catedrático de Ordenación del Territorio Julián Mora Aliseda, para el que la ley “da miedo, porque los burócratas no conocen la realidad de Europa”.
La situación no es la misma en la Europa del Norte que en la del Sur. En la parte septentrional, los ríos son navegables. No hay barreras en su curso. En países como Grecia, Italia o España, los embalses son fundamentales para almacenar los recursos hídricos. La ley da luz verde a que los ríos corran libremente. “¿Vamos a demoler presas?”, se pregunta Mora Aliseda, quien añade que “es como si a todos los enfermos les diéramos la misma medicina”.
En COPE, hemos hablado con él.