Extremadura UD: "Si antes de las tres de la tarde del día 23" no llega el dinero, se acabó

El Extremadura será liquidado si antes de las tres de la tarde del día 23 no llega la inyección económica de 3,5 millones de euros que solicita el administrador concursal.

El técnico azulgrana, Manuel Mosquera, lo contó ayer sábado tras la derrota ante la Cultural por 1-3.

Cabría la posibilidad de que los servicios jurídicos del club presentasen un recurso de apelación contra la sentencia de la jueza de lo mercantil para estirar los plazos, pero, en su momento, se hizo llega a COPE que no había intención de prolongar la agonía.

Acabado el plazo para presentar dicho recurso, el administrador iniciará el proceso de liquidación de la sociedad mercantil.

¿Existe alguna posibilidad de que llegue el dinero y se revierta la situación? Sí, pero muy pocos confían en que ocurra.

El Extremadura está en manos de un profesional financiero que lleva desde hace unas semanas realizando gestiones para que se inyecte ese capital en la cuenta del club. La persona en cuestión no ha dicho que su operación haya descabalgado, que esté rota; sigue, por tanto, trabajando, pero el tiempo apremia y mucho. Y teniendo en cuenta los antecedentes en el Extremadura y los meses que llevamos hablando de hipotéticos inversores, todo pinta muy negro.

Manuel dice que seguirán “peleando” hasta el último segundo y que “mantenemos las esperanzas”. Los jugadores se despidieron este sábado del estadio, ante unos 400 espectadores, como si fuera la última vez, como si no fueran a pisar más el municipal almendralejense vestidos de azulgrana. Más allá de su calidad futbolística, que no les da para la categoría, hay que quitarse el sombrero ante unos chicos que, en su conjunto, han demostrado una madurez y hombría impropias de su juventud. Honor para ellos. Hay que destacar como cabezas visibles a Álex Murillo, el capitán, y Luis Peteiro, portavoces de un grupo que ha llevado con mucha dignidad, entereza y ‘profesionalidad’ unas vivencias que jamás pensaban que pudieran experimentar.

A pesar de que se vieron “obligados” a jugar, no escatimaron esfuerzos y motivación para enfrentarse a un rival muy superior.

El que ha podido ser el último encuentro del Extremadura no contó en el palco con el presidente, Manolo Franganillo, que, indispuesto, sin entrar en detalles, no acudió.