¿Por qué el Extremadura ha seguido compitiendo para evitar su exclusión?

El Extremadura dispone de muy poco tiempo para revertir una situación que, ahora mismo, le lleva a la liquidación.

El técnico Manuel Mosquera ya avanzó que el administrador concursal le había comunicado que la inyección económica tendría que entrar antes del día 20. Es el plazo dado a un inversor que ha mostrado interés.

En COPE, venimos contando que el día 24 es la fecha límite para que el Extremadura presente un recurso de apelación a la sentencia de la jueza de lo mercantil, y que el club no tiene intención de hacerlo en el caso de que no llegue el dinero, ya que no tendría sentido alargar la agonía.

Franganillo sabe que dispone de dos o tres días para arreglar el problema; de lo contrario, la historia habrá acabado. Hay varias operaciones abiertas, con la esperanza de que alguna fructifique. A pesar de la premura, las negociaciones “siguen avanzando”. El desenlace está al caer.

Hay aficionados del Extremadura que no entienden que el equipo siga compitiendo en las circunstancias en las que lo hace. Se habla de “bochorno”, “ridículo”; palabras que no se mencionaron cuando se ganó en Irún o se plantó cara al Talavera y al Dux. Es comprensible el hastío, el cansancio generalizado, pero hay motivos para seguir jugando hasta que se agote el tiempo.

Uno de ellos se fundamenta en que, si el club se salva, aunque descienda de categoría, la temporada que viene, en la Segunda RFEF, partiría en igualdad de condiciones que el resto de equipos. En el caso de que haya una segunda incomparecencia y el equipo sea excluido, el código disciplinario de la Federación Española de Fútbol lo deja bien claro en su artículo 77: “El club así excluido quedará adscrito al término de la temporada a la división inmediatamente inferior, -computándose entre las plazas previstas para el descenso en las bases de la competición-, sin derecho a ascender hasta transcurrida una más, y si al consumarse la infracción estuviera virtualmente descendido, a la inmediatamente siguiente”.

O sea que si el Extremadura acaba siendo viable, pero es excluido de la liga, la temporada que viene, en Segunda RFEF, no podría tener como objetivo el ascenso de categoría.