Las primeras catas apuntan a una cosecha excepcional por la calidad de los vinos tintos

Según las cifras provisionales facilitadas por las bodegas certificadas pertenecientes a la Denominación de Origen, la cifra de Kg. de uva certificados ascienden a 13.154.089, una cifra similar a la del año pasado a pesar de la importante disminución de la cosecha esta campaña.

Por variedades la tinta Tempranillo representa más del 60 % de las uvas calificadas, seguidos de la variedad Blanca Pardina con el 10 % y de la blanca Macabeo con el 8%.

Las impresiones de los enólogos de los primeros descubes apuntan a una cosecha de gran calidad, que esperan que tengan gran acogida en el mercado. La mayoría de las bodegas indican que los vinos tienen una buena Estructura, con una maduración fenólica sin verdores, y niveles de acidez bastante altos en comparación con otros años.

VINOS TINTOS

• Fase fase visual: unos colores rojo intenso con ribetes violáceos y con alta intensidad colorante.

• En fase olfativa: olores frutales, destacando la cereza y fresa en las variedades Tempranillo y Garnacha Común, y florales (rosa, violeta y finas hierbas), junto con notas de balsámicos (regaliz), en variedades como Garnacha Tintorera, Syrah, Cabernet Sauvignon y Graciano.

• En fase gustativa: los vinos, en general, presentan una media persistencia en retronasal con aromas frutales y balsámicos fundamentalmente, con unos taninos suaves y pulidos.

VINOS BLANCOS PARDINA Y CAYETANA

• En fase visual: presentan un color amarillo pajizo con reflejos verdosos.

• En fase olfativa: presentan una intensidad media-alta predominando los olores frutales como pera, piña, melón amarillo maduro, plátano y cítricos, olores fermentativos a finas lías y olores florales como el hinojo.

• En fase gustativa: presentan una persistencia media en retronasal con aromas frutales y fermentativos principalmente, ligeros y bien integrados.

VINOS BLANCOS MACABEO

• En fase visual: presentan un color amarillo acerado.

• En fase olfativa: presentan una intensidad baja predominando los olores fermentativos y olores florales a finas hierbas.

• En fase gustativa: presentan una persistencia baja en retronasal con predominio de aromas fermentativos. Son vinos ligeros.

En cuanto a las características de la campaña indicar que la vendimia 2021 se generalizó el 11 de agosto comenzando por las variedades de uva blanca más tempranas.

• Temperaturas: El otoño fue lluvioso y se registraron temperaturas suaves. El invierno fue frío registrándose bastantes heladas, sobre todo en el mes de enero, y a principios de febrero se registraron lluvias reseñables. Durante la tercera semana de marzo se registraron heladas con daños puntuales en algunos viñedos situados en zonas bajas. Las temperaturas en la primavera fueron suaves registrándose las lluvias más abundantes durante el mes de abril. Algunos viñedos de la subzona de Ribera Baja sufrieron daños por granizos. Las temperaturas registradas durante todo el verano fueron frescas, sobre todo por las noches, debido a los vientos del Oeste/Noroeste que no cesaron prácticamente durante todo el verano, a excepción de una ola de calor registrada entre el 13 y el 17 de agosto con temperaturas que rondaron los 45 – 47º C. Posteriormente las temperaturas se normalizaron.

• Precipitaciones: Con las copiosas lluvias registradas durante el mes de septiembre la pluviometría media es de 451 mm de lluvia, y de 317 mm sin tener en cuenta las precipitaciones de septiembre.

• Brotación: El desborre comenzó durante la segunda semana de marzo, fechas unos días retrasadas con respecto a un año normal.

• Floración: La floración comenzó entre el 10 – 15 de mayo, fechas normales en la denominación.

• Cuajado: Aproximadamente unos 10 –15 días después de la floración las flores habían cuajado y el resultado fue de racimos compactos en la mayoría de las variedades, y racimos de compacidad media o baja en variedades sensibles al corrimiento como Garnacha y Cabernet Sauvignon, sobre todo.

• Condiciones sanitarias: No ha habido incidencia reseñable de plagas, las temperaturas suaves durante la primavera y el verano han minimizado la incidencia de la araña amarilla y sobre todo del mosquito verde. Aparecieron algunos focos de oídio debido a las temperaturas frescas, pero que no supusieron incidencia en la producción.

En resumen “esta cosecha puede catalogarse como una de las mejores que ha tenido la Denominación de Origen desde su creación, en cuanto a la calidad de los vinos tintos”, afirma Francisco Javier López, director de la DO Ribera del Guadiana.