De la cámara al fuego: Una vida al servicio de los demás

Miguel González es un bombero del Servicio de Prevención y Extinción de Incendios del Ayuntamiento de Badajoz al que sus compañeros le han rendido un sincero homenaje por su jubilación: tras terminar su último turno en el Cuerpo sus compañeros formaron junto con todos los vehículos para que el pasara revista. Entre aplausos y lágrimas, Miguelón, que así es como se le conoce, cerró una etapa de su vida que va más allá de las llamas y los rescates. Antes de convertirse en el héroe que todos conocemos, Miguelón se movía entre focos y micrófonos, trabajando como cámara en televisión. Sin embargo, su vocación de servicio le llevó a buscar algo más, algo que le permitiera poner sus habilidades al servicio de los demás. Y así, con el corazón lleno de ilusión, se unió a los bomberos voluntarios y más tarde, al Cuerpo de profesionales.

Sus años como bombero han estado repletos de experiencias inolvidables, desde sofocar incendios devastadores hasta rescatar a animales en peligro. Pero una de las misiones que más le ha marcado ha sido su participación en las labores de rescate tras la DANA en Catarroja. Allí, entre el barro y la desesperación, Miguelón, junto a sus compañeros ayudaron a los vecinos afectados por la catástrofe, sacando a la luz lo mejor de la humanidad. La solidaridad, el compañerismo y la fuerza de voluntad que demostraron aquellos días le dejaron una huella imborrable.

Ahora, con la jubilación, Miguelón afronta una nueva etapa de su vida. Aunque echa de menos la adrenalina de los incendios y los motes de sus compañeros, entre los que es conocido como "El Comandante", se siente orgulloso de haber dejado una pequeña huella en el mundo. Y es que, más allá de ser un bombero, Miguelón es un ejemplo de entrega y altruismo, un hombre que ha dedicado su vida a proteger a los demás.