"No sé cómo empezó todo. Vivo aquí mejor, mi país está muy mal"

Se cumplen tres años del estallido del conflicto en Ucrania. En la madrugada del 24 de febrero millones de personas miraban atónitas aquellas imágenes que llegaban sobre los primeros ataques, aguardando el final de aquella cruenta contienda que aún no ha llegado.

Una guerra, que se libra principalmente en suelo ucraniano, en la que han fallecido casi 13.000 personas y otras 29.000 han resultado heridas, según recoge Naciones Unidas. Otras miles, las más afortunadas, han podido escapar del país.

Es el caso, por ejemplo, de Alona Dechtiarenko y su familia, quienes residen en Llerena desde hace un tiempo. Allí, en Ucrania, vivían a tan solo 10 kilómetros de Rusia por lo que desde el inicio vivieron en primera persona los ataques: “Recuerdo muy mal. No sé cómo empezó todo. Vivo aquí mejor. Mi país ahora está muy mal. Vivir aquí es mejor para toda mi familia” sentenciaba Alona ante los micrófonos de COPE.

No todo fue sencillo. La familia llegó a España de manera escalonada. Primero lo hizo el pequeño Stanislav, a través de un programa de acogimiento familia. Alona dice que ella se enteró de esta iniciativa por una conocida y aunque la decisión fue difícil de tomar decidió enviar a su hijo, el mayor de sus pequeños, a España: “Yo quería que él viniera. No quería que viera lo que pasaba en el país, era el mayor. No quería que tuviese en su memoria, bombas" añade “él tenía miedo”.

En el otro lado está su familia de acogida, Lorena y su marido. Ella señala que inicialmente la idea era acoger a una familia completa, pero como tenían que costear todo el transporte no les quedo otra opción que traer solo un niño. Cuando él llegó todo cambió.

“Al final entras en un dilema, yo tenía aquí a su hijo y por la cabeza me pasaban miles de cosas. Si le pasa a su madre algo… Decía yo... Al final esto es una familia y necesitan estar unidos. Su ilusión era volver a ver a su madre. Teníamos mucho miedo y esto salió porque yo necesitaba que él estuviese con su familia, estando ahí tenían un 80% de que algo les pasara, entonces yo tenía que hacerlo y lo hicimos”.

MOMENTO VIRAL

En 2022, en plena Navidad, el sueño del pequeño se cumplió. Su familia, casi al completo, llegó a Llerena. El momento inundó las redes sociales de todo el país.

No fue hasta tiempo después cuando pudieron reunirse todos. Su padre, que había encontrado más problemas para abandonar el país, llegó también a la localidad extremeña. Actualmente no solo están juntos sino que la familia ha aumentado: a finales del 2024 nació el pequeño Daniel, un ucraniano de corazón nacido en Extremadura.

Él todavía es muy pequeño, pero sus hermanos se están adaptando muy bien a la región: “Los niños tienen sus amigos. Estoy muy agradecida, el pueblo les tiene como una familia más de Llerena y eso es de agradecer porque es una decisión que tomamos mi marido y yo. Estaremos eternamente agradecidos” señala Lorena.

“Parecen que han nacido en Extremadura, si no fuera por los rasgos cualquiera dirían que son de aquí. Stanislav tiene nuestro dialecto con el acho, es muy gracioso”.

 Lorena

 Madre de acogida

SITUACIÓN ACTUAL

Aunque Alona entiende bastante bien el español Lorena la ayuda a comunicarse con nosotros. Preguntada por la situación actual de Ucrania, Lorena nos comenta que tanto Alona como su marido se encuentran al día sobre lo que está ocurriendo en el país: “Están actualizados con las redes sociales. Allí no quedan familiares, pero si amigos”. En este sentido señala que ella no quiere saber mucho sobre el conflicto, porque le daña, pero el marido sí.

Sobre las últimas noticias y la llegada al poder de Donald Trump, indican que viven la situación con incertidumbre: “A día de hoy no saben qué pasara en Ucrania. Ellos piensan que después de la lucha tan grande que han tenido para defender su territorio quedaría todo en vano”.

Por último, Alona finaliza la entrevista pidiendo un deseo, que la guerra acabe, aunque saben que pese a que esto ocurra transcurrirán muchos años hasta que vuelva todo a “la normalidad”: "Saben que volver a Ucrania es difícil porque no hay nada. Llegará un momento que se restaure pero cuantos años pasarán para ello…" apostillaba Lorena.