Cruz, devoción y costal para los más pequeños
La Asociación de Costaleros y Capataces "San José" saca a la calle hoy sus Cruces de Mayo, portadas por más de 60 pequeños costaleros y costaleras.

Entrevista con Antonio Becerra, presidente de la Asociación.
Badajoz - Publicado el - Actualizado
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sta tarde, las calles de Badajoz no solo respirarán primavera, sino también el latido firme y emocionado de una generación que carga sobre sus hombros el futuro de la tradición. La asociación de costaleros y capataces San José, siempre pendiente de la pasión cofrade en la ciudad, celebra su VII Cruz de Mayo, un evento que trasciende lo religioso para convertirse en un abrazo comunitario, tejido con el sudor, la fe y los sueños de más de 60 niños y adolescentes que hoy darán vida a una procesión única.
No hay imagen más conmovedora que ver a estas pequeñas manos pequeñas situarse con devoción en las trabajaderas de un paso. La Cruz de Mayo no es solo una cita litúrgica; es la consagración de una promesa: la de mantener viva la esencia de la Semana Santa pacense a través de quienes algún día serán sus protagonistas. Este año, el evento cobra un matiz especial con la incorporación de cuatro colegios: el Juventud, Oscus, Santa Teresa y Josefinas, cuyos alumnos, de entre 8 y 16 años, han dedicado semanas a entrenar hombro con hombro, guiados por capataces que ven en ellos el reflejo de su propia juventud.
Un viernes para grabar en el alma
La tarde comenzará a las 19:00 horas en la iglesia de la Purísima Concepción, donde una misa llena de murmullos infantiles y miradas orgullosas de familiares dará el pistoletazo de salida. Tras la bendición, llegará el momento mágico: tres pasos —el Cristo de la Salud, la Virgen de la Esperanza y la Cruz de Mayo— serán elevados por esos pequeños costaleros que, con paso titubeante pero corazón gigante, recorrerán las calles aledañas al templo.
Acompañando cada pisada, la Banda de Cornetas y Tambores Resucitado de Badajoz marcará el compás con redobles que vibrarán en el pecho de los asistentes.

Cartel de la Procesión
Cuando el sol se despida esta tarde de Badajoz, esos 60 niños habrán aprendido una lección que no está en los libros: que la vida, como el arte de cargar un paso, se trata de avanzar juntos, con los ojos en el horizonte y la fe en quien camina a tu lado. Hoy, la ciudad entera tiene una cita con la esperanza. Y, como dice el lema de la asociación San José: «Siempre de frente!».