Inmaculada Muro, médico voluntaria: “No se va a morir al Hospital Virgen de la Montaña"

“No es cierto que se deje morir a la gente y que por motivos de edad se filtren las atenciones y los tratamientos en el Hospital Virgen de la Montaña de Cáceres”. Así lo asegura, Inmaculada Muro, médico voluntaria en este hospital que se ha habilitado para atender a contagiados por Covid-19 en esta pandemia en Cáceres. La Dra. Muro asegura que a “todo paciente que ingresa en este hospital cacereño, tenga la edad que tenga, se le pone su tratamiento contra el Covid-19, y todos los que tenga prescritos. Se le dan todo tipo de cuidados”. 

Tampoco es cierto que no haya medios, insiste la Doctora Muro, “tenemos de todo, muchas empresas de manera altruista nos han hecho mascarillas de tela, nos han mandado comida, agua embotellada” y estamos muy agradecidos, ha destacado. 

"Es cierto que ha fallecido mucha gente en este hospital” ha manifestado la Dra. en declaraciones a la Cadena Cope en Cáceres, “pero en todos los sitios ha habido muchos fallecidos, en residencias, en sus familias”. El Covid-19 ha sido “muy virulento”, sobre todo al principio, y “ha provocado muertes de forma inesperada” porque ha habido muchos focos de contaminación debido a que al principio “no disponíamos de la información adecuada”. Los pacientes que llegaban al principio hasta el Hospital Virgen de la Montaña tenían “una carga viral importante”, y presentaban gran deterioro, pero “las trasmisiones se han reducido”. 

A día de hoy hay 46 ingresados contagiados por Covid-19 en el Hospital Virgen de la Montaña de Cáceres, la mayoría mayores; 20 son “altables”, es decir, son pacientes pendientes de irse a casa, que se encuentra bien físicamente pero que siguen dando positivo en los test. Estos pacientes requieren ciertos cuidados que no todos pueden recibir en aislamiento domiciliario, tampoco pueden volver a las residencias de mayores, lo que supone “un problema sociosanitario”, destaca Muro. 

En estos momentos, son 8 los médicos los que atienden a estos 46 ingresados además de un equipo enorme de enfermería y auxiliares, que están desarrollando su trabajo, “con gran profesionalidad, expuestos al contagio y aislados después de sus familias en sus propias casas”.