El Ayuntamiento se hace cargo del comedor de las Hijas de la Caridad al dar positivo en Covid una trabajadora
El comedor de las Hijas de la Caridad atiende diariamente a entre 75 y 125 personas con escasos recursos económicos
Madrid - Publicado el - Actualizado
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El Instituto Municipal de Asuntos Sociales (IMAS) del Ayuntamiento de Cáceres se ha hecho cargo del servicio de comedor social de las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl al dar positivo en coronavirus una de las trabajadoras de este centro situado en el casco antiguo de la ciudad, donde se atiende diariamente a entre 75 y 125 personas con escasos recursos económicos.
Así, al tener que estar en cuarentena la mayoría de las personas que ofrecen este servicio por contacto con un positivo y a la espera de saber el resultado de sus PCR, se ha decidido contratar un catering para la elaboración y el reparto de la comida, que se sigue realizando en el mismo espacio para no interferir en el funcionamiento normal de esta asistencia social.
El catering ofrecerá este servicio al menos hasta el próximo 10 de abril, siempre y cuando el resto de personas aisladas den negativo en los test de coronavirus.
"Estaremos hasta que sea necesario", ha dicho la alcaldesa en funciones y concejala de Asuntos Sociales, María José Pulido, que ha explicado que el viernes se tuvo conocimiento de que una de las trabajadoras había dado positivo y otras tres empleadas y cuatro hermanas de la orden están en aislamiento, por lo que Salud Pública decidió clausurar el centro, del que se ha hecho cargo el Consistorio cacereño "mientras dure esta situación".
"El Ayuntamiento de Cáceres no podía dejar de dar respuesta a estas personas que necesitan ese servicio para comer cada día", ha subrayado Pulido, que ha explicado que se reparte entre los usuarios un paquete con un menú completo para la comida, merienda y cena. El servicio se ofrecerá mediante un contrato menor con importe de unos 5.100 euros.
Pulido ha recordado que las Hermanas de la Caridad reciben ayuda municipal para mantener esta asistencia y, desde hace un par de años, las personas que acuden a este comedor social se coordinan desde los servicios sociales del Ayuntamiento, ya que una trabajadora social va pasando "puntualmente" información de las personas que solicitan la ayuda de alimentación al comedor.
"Esto es importante porque se trata de dinero público y lo que hacemos es controlar que se usa en las personas que se tienen que usar", ha dicho la concejala que ha insistido en que esta asistencia se ofrece de manera "coordinada" entre el IMAS y las asociaciones que trabajan con las familias más necesitadas.
De momento, tanto las trabajadoras como las monjas que ofrecen este servicio están bien pero hay que seguir la evolución ya que se trata, en algunos casos, de personas muy mayores y es conveniente vigilar cómo transcurre este posible brote.