Cuarenta alcaldes de la provincia de Cáceres piden salvar la Central Nuclear de Almaraz

María Guardiola y Miguel Ángel Morales han confirmado su asistencia para el próximo 18 de enero

Carlos Martínez Brea

Cáceres - Publicado el

5 min lectura

      
      
             
      

Cuarenta alcaldes de la provincia de Cáceres han acudido a la concentración contra el cierre de la central nuclear de Almaraz. Tres mil empleos, entre directos e indirectos, penden de un hilo, esperando a que el Gobierno de España decrete la fecha de cierre de la central nuclear.

El manifiesto lo ha leído el alcalde de Almaraz, Juan Antonio Díaz, para reivindicar lo que supondría el cierre de la Central Nuclear. Así lo explica Fernando Sánchez, alcalde de Belvís de Monroy. Puedes escuchar el audio pulsando la imagen.

Después de la lectura del manifiesto, los treinta y siete alcaldes se han reunido en el Salón de Plenos de Almaraz. Allí se ha abordado la próxima concentración, que será de manera multitudinaria, el próximo 18 de enero. En dicha manifestación, que volverá a ser a las puertas de acceso de la central, ha confirmado su asistencia la presidenta de la Junta de Extremadura, María Guardiola.

También el presidente de la Diputación de Cáceres, Miguel Ángel Morales, y está a la espera de hacerlo el presidente de la Diputación de Badajoz, Miguel Ángel Gallardo. Un Gallardo que no ha asistido en esta ocasión porque ha estado en COPE Extremadura con Adrián García hablando sobre las primarias del PSOE en la región.

Los alcaldes de las decenas de municipios más afectados por el cierre de la central nuclear de Almaraz han presentado este martes un manifiesto en el que defienden la necesidad de prolongar la actividad de la instalación, polo de desarrollo económico y social de toda la zona. El cierre definitivo de su Unidad I está previsto para el 1 de noviembre de 2027. El cese completo sería el 31 de octubre de 2028. 

La Central Nuclear de Almaraz es el principal motor económico de la comarca, y el manifiesto de los alcaldes pide el mantenimiento de su actividad, más allá del calendario previsto. Por motivos regulatorios y de organización, si no se revierte la decisión de cierre antes de terminar el primer trimestre de 2025, este será irreversible.

      
             
      

Por tanto, los próximos meses son decisivos para evitar una situación que el manifiesto de los alcaldes califica de “devastadora”. La central supone más de 2.900 puestos de trabajo, a los que hay que sumar 1.200 por cada recarga de combustible; son puestos de trabajo mayoritariamente de alta cualificación y larga duración. Almaraz es el principal motor socioeconómico de su entorno y una de las mayores industrias de Extremadura, además de generar un efecto tractor sobre otras. Por tanto, el cierre de la central aceleraría la despoblación de la región, con un efecto domino que afectaría tanto a las familias como al tejido empresarial local.

No hay actualmente ningún proyecto empresarial en la región que pueda reemplazar a la central. Además, Extremadura perdería su principal fuente productora de electricidad y la capacidad de atraer nuevas industrias electro intensivas, que necesitan un suministro continuo, seguro y a precios competitivos. Sin ese acceso seguro a energía eléctrica a precios competitivos, que la continuidad de la central puede asegurar, la provincia de Cáceres no puede aspirar a actividad industrial de importancia.

Ante esta situación, los alcaldes urgen a las administraciones públicas y a las empresas para que entablen un diálogo que permita garantizar la continuidad de la central, abordando cuestiones críticas como su carga impositiva -435 millones de euros al año-, que la hace inviable económicamente. Almaraz es clave para la garantía de suministro, y los problemas de la semana pasada -cuando la parada técnica de la central nuclear de Ascó (Tarragona) conllevó la activación del Servicio de Respuesta Activa de la Demanda (SRAD), con el consecuente paralización del suministro a la gran industria- demuestran la necesidad de las centrales nucleares para garantizar la autonomía energética de todo el país. Además, su cierre conllevaría un mayor uso de energías que sí emiten dióxido de carbono a la atmósfera y tendría un impacto en el precio de la energía.

      
             
      

“No podemos permitir que Extremadura pierda uno de sus principales motores de desarrollo, una fuente de empleo altamente especializado y estable, y un garante de soberanía energética”, afirma el manifiesto de los alcaldes. Con el lema ‘No nos resignamos’, el texto, que ha sido leído por el alcalde de Almaraz, Juan Antonio Díaz Agraz, en la propia entrada de la central, deja claro que los municipios de la zona lucharán por evitar el cierre de la instalación, una medida injusta y perjudicial para la región.

“No nos resignamos a perder una de las mejores centrales nucleares del mundo”, afirma también el manifiesto, en referencia a los estudios de la Asociación Mundial de Operadores de Centrales Nucleares (WANO), que sitúan a Almaraz en una posición de referencia global. “Una central que es un ejemplo en el mundo de seguridad, fiabilidad y profesionalidad y que se encuentra en las mejores condiciones técnicas para seguir operando, incluso hasta los ochenta años, como ya se ha autorizado para la central de North Anna, en Estados Unidos, gemela de Almaraz”, asegura el texto.

Ante la urgencia de la situación, los alcaldes tienen previsto llevar a cabo en las próximas semanas nuevas acciones de movilización social e institucional, en las que esperan contar con el apoyo de todo el tejido social y ciudadano de Extremadura. La abrumadora mayoría de la ciudadanía de la zona, así como de las instituciones públicas y privadas, encabezadas por la Junta de Extremadura y ambas Diputaciones (Cáceres y Badajoz), muestran un firme apoyo a la continuidad de la Central como polo de desarrollo insustituible de la región, dada su importancia económica como generadora de empleo y para garantizar la soberanía energética.