SUCESOS HOMICIDIO
Médico jubilada acusada de matar a su hijo en Tornavacas usó psicotrópicos, según Guardia Civil
La mujer aprovechó su pericia como médico para administrar a su hijo las sustancias psicotrópicas y después proceder a una ingesta masiva de medicamentos, dejando nota de despedida
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Agentes de la Guardia Civil, pertenecientes a la Unidad Orgánica de Policía Judicial (UOPJ) de la Comandancia de Cáceres, han conseguido esclarecer la muerte del hombre, de 45 años de edad, cuyo cuerpo apareció sin vida el pasado día 2 de agosto en un domicilio de la localidad cacereña de Tornavacas.
La investigación, realizada por la Guardia Civil y llamada operación “Laódice”, ha concluido con la detención de su madre y su ingreso en prisión provisional como presunta autora de un delito de homicidio doloso tras, supuestamente, haber suministrado al fallecido diferentes sustancias psicotrópicas con el objetivo de acabar con su vida.
LOS HECHOS
Según recoge la Guardia Civil en nota de prensa, la investigación se inició el pasado día 2 de agosto, por un hecho ocurrido en un domicilio de la localidad de Tornavacas (Cáceres) donde, tras recibir aviso del 112 de Emergencias de Extremadura, se comunicaba la aparición del cuerpo sin vida de un varón de 45 años de edad, así como del cuerpo de su madre, de 74, en estado de semiinconsciencia.
El suceso generó, según la Benemérita, gran conmoción entre los habitantes de la localidad cacereña.
La Guardia Civil ha obtenido diferentes indicios que hicieron presumir la autoría de la madre como supuesta responsable de la muerte, mediante la administración a su hijo de diferentes sustancias psicotrópicas con el objetivo de acabar con la vida de éste, aprovechando los conocimientos adquiridos en el ejercicio de su profesión como médico. Una vez llevada a cabo esta acción, por su parte se procedió a una ingesta masiva de medicamentos.
Según los agentes, no se encontraron en el lugar de los hechos restos de medicación o sustancias que pudieran haber sido utilizadas, aunque sí se halló una nota manuscrita, perfectamente redactada, a modo de despedida.
Se pudo comprobar, además, cómo la madre, médico de profesión ya jubilada, había adquirido en un farmacia, el día anterior al hallazgo de los cuerpos, una sustancia sedante, la cual no requiere a la hora de su dispensación ningún control en bases de datos de sustancias psicotrópicas.