El pequeño buda de jade blanco ya reluce en Cáceres, “ciudad de la paz de Europa”

La ciudad de Cáceres ha dado este martes la bienvenida a la réplica, de unos dos metros de altura y realizada en jade blanco birmano, de la futura estatua del Buda Mahar Karuna que presidirá el futuro centro budista proyectado en un cerro del término municipal cacereño.

El centro budista, impulsado por la Fundación Lumbini Garden en la capital cacereña, se ubicará entre Cáceres y Valdesalor, en el cerro Arropez, en unos terrenos de 100 hectáreas.

Además de la estatua, el centro, que contará con reliquias de Buda aportadas por el Gobierno de Nepal, albergará las embajadas de las principales ciudades budistas orientales, un centro de meditación, jardines y un centro universitario asociado al citado país asiático.

La réplica exacta del buda de 60 metros, que presidirá el complejo budista, ya puede ser contemplada en el Palacio de Congresos y este martes ha sido visitada por el presidente de la Junta, Guillermo Fernandez Vara; el máximo responsable de la Fundación Lumbini, José Manuel Vilanova; el alcalde de Cáceres, Luis Salaya, y otras personalidades políticas y empresariales.

“No es la ciudad de la paz de España, es la ciudad de la paz de Europa”, ha afirmado Vara respecto a Cáceres. Además, el jefe del Ejecutivo regional ha valorado el proyecto, pues puede “cambiar el futuro de Cáceres y Extremadura", pues “no es que te coloque en el mapa, es que te coloca en el mapa con puntos de colores”.

El presidente extremeño ha recordado que el complejo budista, con 72 millones de euros de inversión privada, estaba inicialmente proyectado en Madrid, pero con el cambio de Gobierno se rechazó. "Ahora, puede ser un polo de atracción para el turismo espiritual” en la ciudad de Cáceres, ha apuntado.

“El turismo del siglo XXI será un turismo especializado y la oferta debe ser así. No sé si volverá el turismo de aluvión, pero sí sé que llegará un turismo especializado y diferente”, ha subrayado.

Un proyecto en una “civilización cristiana” que será un “punto de unión entre civilizaciones", con un componente espiritual, económico y social.

En este sentido, Vilanova ha dicho que el centro “marcará un antes y después” en Cáceres, pues “une espiritualidad con necesidades más terrenales” para que esta ciudad “vinculada” a la diversidad de cultura y creencias sea “referente de una nueva conciencia”.

Así, ha dicho que tendrá una gran repercusión en todos los ámbitos, tanto cultural, económico, empresarial como espiritual, pues “vendrán personas de todo el mundo buscando la esencia de lo que representa”. A su juicio, hermanará culturas en una ciudad milenaria para ser un “faro de luz que viene desde Asia para Cáceres y el mundo entero”

“Este buda expresa el estado de máxima tranquilidad espiritual para trasladar a la humanidad la necesidad de un cambio de conciencia”, ha relatado Vilanova.

Por su parte, el alcalde Salaya ha asegurado que esta estatua es la primera piedra del proyecto budista, “una primera piedra de lujo que ha viajado miles de kilómetros para llegar aquí”, ha detallado.

En su opinión, su recorrido, desde Birmania, donde fue extraído el jade, define "muy bien el proyecto y coincide en muy buena parte con la antigua Ruta de la seda".