Una vecina del casco histórico de Cáceres lleva su lucha contra el turismo al Supremo

El Ayuntamiento de Cáceres se niega a cerrar a las visitas un pequeño torreón del Baluarte de los Pozos adosado a su domicilio

Torreón con la vivienda afectada

Celia Lafuente

Mérida - Publicado el

1 min lectura

Una vecina del barrio judío de Cáceres ha recurrido al Tribunal Supremo en un intento por defender su hogar de las molestias ocasionadas por los turistas que visitan el Baluarte de los Pozos. La vivienda está adosada a la torre del Olivar, un torreón secundario abierto al público en 2009, dos años después de que la afectada comprara y rehabilitara su casa.

Desde entonces, la propietaria denuncia que su vida se ha convertido en un infierno, con turistas asomándose a sus ventanas a diario, grupos numerosos hablando en voz alta y guías utilizando micrófonos. En 2023, el conjunto monumental recibió 32.000 visitantes, con picos de más de 1.000 personas en un solo día.

En junio de 2023, la vecina solicitó al Ayuntamiento de Cáceres el cierre de la torre o, al menos, restricciones como horarios reducidos, prohibición de microfonía y visitas limitadas. Sin embargo, el consistorio rechazó todas las peticiones, argumentando que las molestias sufridas son propias de vivir en un entorno turístico.

La propietaria llevó el caso al Juzgado de lo Contencioso-Administrativo de Cáceres, que falló a favor del Ayuntamiento sin valorar pruebas como vídeos con grupos numerosos o un informe psicológico que acredita el impacto de la situación en su salud mental. Ahora, su defensa recurrirá ante el Supremo, apelando al derecho a la inviolabilidad del domicilio.

La afectada lamenta la actitud del Ayuntamiento, asegurando que se siente desprotegida y expulsada de su hogar. "Me compré esta casa con 23 años con la ilusión de vivir en el casco histórico, pero cada día me arrepiento. El Ayuntamiento debería proteger a sus vecinos y no convertir el barrio en un museo sin vida", afirma.

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