El obispo de Plasencia pide "perdón" por el robo de la Corona de la Virgen

El obispo pide "perdon, por la responsabilidad que podamos tener al no haber sabido o podido responder con suficiente eficacia y acierto a la confianza depositada en nosotros".

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Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Plasencia ha vivido este domingo la Festividad de su patrona, la Virgen del Puerto, los actos dedicados a Santa María del Puerto comenzaban el pasado viernes con el Pregon de la fiesta dedicado a la Virgen, a cargo del sacerdote Operario placentino Don Fernando Valverde Berrocoso, también Canonigo de la Catedral y Rector del Seminario diocesano, que no dudó en recordar a sus padres y como la tradición y el amor a la madre del Puerto es algo que se bebe desde pequeños.

El agua ha dado una tregua al domingo y se ha vivido el día grande con sol y sin lluvias.

La Eucaristía concelebrada tenía lugar esta mañana a las 11.30, ha sido presidida por el Obispo, Monseñor don Ernesto Brotóns.

Ha estado muy presente el reciente robo de la corona de la Virgen y del Niño, ya que hace poco más de diez días, que fueron robadas de la Catedral de Plasencia y los placentinos estan consternados.

En su alocución ante cofrades, fieles y autoridades, Monseñor Brotóns quiso aludir a la virtud de la Virgen como «nuestra Madre», y pidió en la fiesta «agradecer como pueblo, todos juntos, su cuidado materno, su amor y su ternura, donde nos alcanza el amor y la ternura de Dios», recordando que acabamos de vivir el Año Jubilar Mariano a través de sus palabras «Haced lo que Él os diga». «Dejémonos mirar por Ella, sigamos su ejemplo, y dejemos que nos conduzca a Jesús, al Resucitado. Mientras nos sostenga esa mirada tierna de la Virgen. Plasencia no estará huérfana, ninguno de nosotros estaremos huérfanos. No nos cansemos de darle gracias, de suplicarle, de hacer fiesta», interpeló.

Tampoco se olvidó del reciente robo de la corona: «Este año nos acercamos, ciertamente, a Ella con una gran pena en el alma, tras el robo no solo de una corona, sino de un pedazo de nuestro corazón, del corazón de todos los placentinos, recuerdo y memoria tierna y agradecida de nuestros mayores.

Lo vivido duele en el alma, por lo que supone y significa. Desde el amor que os tengo, desde el amor compartido a nuestra Madre, comprendo y comparto con vosotros el dolor y la indignación por todo lo sucedido y cómo ha sucedido. Como os decía el viernes en el pregón, son muchos los sentimientos y emociones que en estos días bullen en mi corazón: dolor, preocupación, tristeza… y una humilde petición de perdón, también confianza…; petición de perdón, como pastor de esta Iglesia diocesana, por la responsabilidad que podamos tener al no haber sabido o podido responder con suficiente eficacia y acierto a la confianza depositada en nosotros, mas, también y ante todo, confianza y esperanza, en la Madre y en todos vosotros, porque nadie nos va a poder nunca arrebatar el cariño a la Virgen, porque nada ni nadie nos podrá separar jamás de su amor.

Nos han arrebatado un pedacito, no pequeño, del corazón, pero no han podido robarnos la devoción y el amor a nuestra Madre, ni qué decir del amor que nuestra Señora del Puerto nos tiene. Por eso estamos hoy aquí. No nos dejemos robar la esperanza, ni la fe, ni la alegría, ni el sentimiento fraterno que nos une en familia», añadió.

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