Extremadura aprieta para ser subsede del Mundial 2030

Extremadura quiere rascar algo del Mundial 2030. Su posición geográfica privilegiada, en la frontera con Portugal, nos hace estar en las casillas de salida para formar parte, de una u otra manera, de la cita futbolística más importante de la década para nuestro país.

Ser sede era imposible. Ser subsede, no. Aunque algunos creyeron que sí cuando el alcalde de Badajoz, Ignacio Gragera, anunció en COPE Extremadura que Badajoz aspiraba a serlo. Los incrédulos dejaron de serlo cuando oficialmente se anunció que no solo Badajoz, sino que también Mérida y Almendralejo están en esa carrera.

La gala del centenario de la Real Federación Extremeña de Fútbol ha servido de "promoción", para que la región vuelve a poner por delante su deseo de ser subsede del Mundial 2030. 

El alcalde de Mérida, Antonio Rodríguez Osuna, aprovechó su discurso de bienvenida para pedirle al recién elegido presidente de la RFEF, Javier Louzán, que Extremadura y en concreto Mérida sean subsede, aunque el alcalde emeritense también nombró a Badajoz y Almendralejo: "Cualquiera de las tres sería una maravillosa elección".

Puede parecer baladí, pero lo ocurrido anoche en el Palacio de Congresos de Mérida, sin duda, facilita que Extremadura forme parte de ese Mundial. Louzán recogió el guante entre risas y, más allá de la anécdota, la sensación en los corrillos que se formaron tras la gala es que, de alguna u otra forma, nuestra región tendrá su parte de protagonismo en 2030. 

Además, cabe subrayar la fantástica relación entre el recién elegido Louzán y el que será su vicepresidente, el extremeño Sergio Merchán.