Extremadura baja impuestos y dispara la recaudación en 44 millones

La consejera de Hacienda y Administración Pública de Extremadura, Elena Manzano, ha hecho un balance positivo de la última campaña de IRPF en la región, donde a pesar de la bajada de impuestos, la recaudación ha aumentado en 44 millones de euros respecto al ejercicio anterior. En una rueda de prensa celebrada junto a Fátima Pablos, directora general de Tributos, Manzano destacó el éxito de las medidas fiscales implementadas desde el gobierno regional, centradas en aliviar la carga tributaria de los ciudadanos con menores ingresos y fomentar la justicia fiscal.

Uno de los principales hitos es el incremento de nuevos declarantes: 35.000 extremeños más han presentado su declaración de la renta en comparación con el año pasado, contribuyendo a un incremento en la base imponible de 725 millones de euros. Además, la “cuota líquida autonómica”, que refleja el importe real después de aplicar las deducciones fiscales, se ha elevado en 44 millones.

Manzano recordó que una de las primeras medidas de su gobierno fue la reducción de los dos primeros tramos del IRPF, aquellos en los que tributan los contribuyentes con menores ingresos, lo que estimaban tendría un impacto de 42 millones de euros. Sin embargo, los resultados superaron las expectativas: "Hemos bajado la tarifa y aun así hemos recaudado más", afirmó con satisfacción.

El gobierno extremeño también revisará las deducciones fiscales, ya que algunas, como las destinadas a la adquisición de vivienda habitual para jóvenes, no han tenido el alcance esperado. "Es fundamental que las deducciones lleguen realmente a los contribuyentes", apuntó. Sin embargo, destacó con orgullo el éxito de la deducción por arrendamiento de vivienda habitual, que ha experimentado un aumento considerable, beneficiando a casi el doble de contribuyentes en un solo año.

Manzano subrayó que estas cifras no solo reflejan una mayor recaudación, sino también una dinamización de la economía regional: "Cuando devolvemos dinero a las familias, ellas lo reinvierten, lo que activa la economía y aumenta la recaudación en otras áreas como transmisiones patrimoniales o el impuesto de matriculación". Para la consejera, los datos muestran que es posible aplicar una política de justicia tributaria sin perjudicar los ingresos públicos, e incluso mejorarlos, lo que a su vez garantiza mejores servicios para los ciudadanos.