Extremadura registró una media de 5 ictus al día

En Extremadura la tasa de ictus se sitúa en 180 casos por cada 100,000 habitantes. Esto se traduce en cerca de 2.000 nuevos casos diagnosticados anualmente en la región, y lo que es aún más preocupante es el creciente número de casos entre personas jóvenes.

De acuerdo con la estrategia del Servicio Extremeño de Salud (SES) para la atención al ictus en fase aguda en Extremadura, se ha observado que el 80% de los casos corresponden al ictus isquémico, mientras que el 20% restante corresponde al ictus hemorrágico. Esta enfermedad está teniendo un impacto significativo tanto en el ámbito de la salud como en la sociedad en general.

Además de los lamentables fallecimientos que provoca, los datos proporcionados por la Sociedad Española de Neurología indican que el ictus es la principal causa de discapacidad adquirida en adultos y la segunda causa de demencia. Esta realidad subraya la importancia de abordar de manera efectiva esta enfermedad.

El personal médico resalta que los ictus suelen manifestarse de forma súbita e inesperada, pero existen síntomas que pueden servir como advertencia temprana de un posible episodio. Entre estos síntomas se incluyen una brusca alteración en el lenguaje, que se manifiesta como dificultad para hablar o comprender, la pérdida repentina de fuerza o sensibilidad en una parte del cuerpo, con una mayor incidencia en la cara y las extremidades. Otros signos de alerta incluyen alteraciones en la visión, como la pérdida de visión en un ojo, visión doble o la brusca pérdida de coordinación y equilibrio.

La rápida identificación de estos síntomas y la atención médica oportuna son esenciales para minimizar el impacto del ictus y reducir sus consecuencias potencialmente devastadoras en la vida de los afectados. La prevención y la concienciación pública desempeñan un papel crucial en el abordaje de esta enfermedad.

JUAN FERMÍN

“Lo importante es que cada día puedas decir ‘te has salvado de un ictus’ y estás vivo”

Con motivo de la conmemoración del Día Mundial del Ictus, la Fundación Casaverde ha presentado el relato centrado en la enfermedad titulado 'El Ictus en Primera Persona 2023'. Este relato narra la historia de Juan Fermín Jaraíz, un residente de Guadalupe (Cáceres) y farmacéutico en Guijo de Granadilla, quien ha experimentado una notable transformación en su vida a raíz de un ictus.

Juan Fermín Jaraíz compartió su experiencia, destacando la importancia de actuar con rapidez ante un ictus. A raíz de su padecimiento de COVID-19 en julio de 2022, experimentó cambios significativos en su organismo, y el 22 de diciembre, sintió los síntomas de un ictus hemorrágico debido a la hipertensión arterial. Realizó una llamada al 112 de inmediato, activando el Código Ictus y permitiendo una respuesta médica rápida.

Su vida y la de su familia cambiaron drásticamente a partir de ese momento. Después de su estancia en el hospital de Cáceres, ingresó en el Hospital de Rehabilitación Casaverde en Mérida, donde comenzó su proceso de rehabilitación en enero de 2023. A través del esfuerzo conjunto de los profesionales del centro y su propia dedicación, lograron avances significativos. Actualmente, sigue un régimen ambulatorio de terapias tres días a la semana.

Juan Fermín destacó la importancia de su familia, su esposa e hijos, en su proceso de recuperación, así como la tecnología avanzada aplicada en su tratamiento. A pesar de los desafíos emocionales y físicos, ha logrado recuperar una vida diaria más normal.

En resumen, la historia de Juan Fermín Jaraíz es un testimonio de superación y fortaleza ante el ictus, que resalta la importancia de la acción rápida y la colaboración entre el paciente, la familia y los profesionales de rehabilitación en el proceso de recuperación.