Un extremeño logra salir de Israel después de una odisea de película: "Temí por mi vida"

La historia de Luis Miguel es una historia de película y que, por suerte, ha tenido un final feliz. Él es de Azuaga, municipio de la Campiña Sur de Badajoz, pero el destino le llevó hace cinco años hasta Israel, donde trabaja en una empresa de energías renovables. Allí, en su vivienda, a 30 kilómetros de la Frontera de Gaza, vivió el violento ataque de Hamás.

Después de un lustro en Israel, había vivido otros momentos de tensión, pero ninguno como este, nos cuenta. Desde el primer minuto supo que tenía que marcharse del país: "Me puse muy nervioso, pero intenté tranquilizarme". Contactó con su empresa y con la Embajada de España en territorio israelí, pero no era sencillo salir del país.

Sin embargo, como en toda historia digna de película, aparece un héroe. En este caso, un amigo que vive en Egipto. Él le ayuda a atravesar la frontera de Israel, después de recorrer el desierto del Néguev. Una vez en dominios egipcios, empieza su verdadera odisea: "mi amigo nos transporta en su coche, atravesamos el desierto del Sinaí, con muchos controles y escoltados en algunos puntos donde nuestra vida corría peligro".

Finalmente y gracias a la ayuda de su amigo, Luis Miguel llega a uno de los aeropuertos del sur de Egipto, donde, después de seis horas de espera, logra tomar un avión y volver a España. Ya está, sano y salvo, en su casa, en Azuaga: "lo pienso ahora en frío y lo volvería a hacer, ha sido una decisión arriesgada, pero ha merecido la pena".