Los pequeños reactores modulares: Una posible tabla de salvación para Extremadura si cierra Almaraz
Los SMR podrían garantizar la energía que necesitan los centros de datos proyectados en la región
Mérida - Publicado el
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El futuro de la energía en España y, en particular, en Extremadura, está en juego. Con la posible clausura de la central nuclear de Almaraz, una de las preguntas clave es cómo garantizar el suministro eléctrico en la región y atraer inversiones estratégicas. En este escenario, los pequeños reactores modulares (SMR) surgen como una alternativa viable y con un enorme potencial, especialmente para alimentar los dos grandes centros de datos proyectados por Merlin Properties en el Campo Arañuelo.
¿Qué son los reactores SMR y por qué pueden ser clave para Extremadura?
Los SMR, o Small Modular Reactors, son reactores nucleares avanzados de menor tamaño que las plantas convencionales, con una capacidad de hasta 300 MW por unidad. Su diseño modular permite que se fabriquen en serie y se transporten al lugar de instalación, reduciendo costes y tiempos de construcción. Además, cuentan con sistemas de seguridad pasivos, lo que minimiza riesgos y mejora su eficiencia operativa.
Actualmente, solo existen cuatro en funcionamiento en el mundo, pero más de 70 proyectos están en marcha, incluyendo iniciativas en Estados Unidos, China y Europa. Países como Polonia ya han firmado acuerdos para instalar 31 de estos reactores en su territorio, mientras que el Reino Unido está adaptando su legislación para facilitar su implantación.
Infografía del estado de la energía nuclear en Europa
Un salvavidas para Extremadura tras Almaraz
La central nuclear de Almaraz es clave en el suministro energético del país, pero su futuro es incierto. Si se confirma su cierre, Extremadura perdería una infraestructura fundamental para su desarrollo económico. Sin embargo, los SMR podrían convertirse en la solución perfecta para garantizar la energía que necesitan los proyectos estratégicos en la región, como los centros de datos de Merlin Properties.
Estos centros requieren un suministro eléctrico estable, escalable y libre de emisiones, tres requisitos que los SMR cumplen a la perfección. Empresas como Google, Amazon y Meta ya están apostando por estos reactores para alimentar sus instalaciones, y España podría seguir el mismo camino si adapta su normativa y facilita la inversión en esta tecnología.
El reto político y regulatorio
A pesar de su potencial, la instalación de SMR en España enfrenta un obstáculo clave: la regulación. Según Alfredo García, experto en energía nuclear, cualquier proyecto de este tipo debe pasar por un proceso de licenciamiento largo y costoso que depende del Consejo de Seguridad Nuclear y, en última instancia, del Gobierno.
“El problema no es técnico, sino político. Si el Gobierno de España sigue apostando por el cierre nuclear, ninguna empresa se arriesgará a invertir millones en un proyecto que podría ser rechazado”, explica García. Sin embargo, si se produce un cambio de postura o de administración, las empresas podrían presentar proyectos para la instalación de estos reactores en lugares estratégicos como Extremadura.
La apuesta por los SMR podría convertir a Extremadura en un referente en energía nuclear de nueva generación y garantizar el éxito de los centros de datos proyectados en la región. Sin embargo, su viabilidad depende de decisiones políticas que faciliten su desarrollo. Mientras tanto, el futuro energético del Campo Arañuelo sigue en el aire.