El tabaco Kentucky, un nuevo impulso para la comarca de La Vera y el Campo Arañuelo
Rubén Martín es gerente de Cotabaco y pionero en la plantación de esta variedad de tabaco
Mérida - Publicado el - Actualizado
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El tabaco Kentucky es una variedad de tabaco diferente a la tradicionalmente cultivada en las comarcas de La Vera y el Campo Arañuelo, el tabaco Virginia. Se caracteriza por sus hojas grandes, con un alto contenido de nicotina, y se adapta mejor a pequeñas explotaciones. “Es ideal para aquellas explotaciones familiares de entre 4 y 5 hectáreas”, explica Rubén Martín, gerente de Cotabaco y pionero en la plantación de este tabaco. Esta variedad tiene una particularidad: se cultiva con menor densidad de plantas, buscando hojas de gran tamaño, lo que permite a los pequeños productores obtener un producto de alta calidad con un manejo más artesanal.
El proyecto comenzó en 2020. "Probamos primero con 20 plantas para ver si se adaptaban al clima de la región, y en 2022 hicimos una primera prueba comercial. El resultado fue muy bueno, ya que conseguimos vender a 14 euros el kilo", señala Martín. A día de hoy, la producción se paga a 10 euros el kilo, un precio considerablemente superior al del tabaco Virginia, que ronda los 2 euros.
La producción estimada para este año ronda los 170.000 kilos, lo que generará alrededor de 2 millones de euros en ingresos para la zona. Rubén Martín subraya que este tipo de cultivo está permitiendo que jóvenes agricultores se incorporen a la actividad agraria, viendo en el tabaco Kentucky una opción rentable y sostenible.
Por su parte, el cultivo del tabaco Kentucky no solo requiere especial atención en el campo, sino que el proceso de curado es igualmente complejo. Este tabaco, utilizado principalmente para la fabricación de puros, requiere un secado muy particular, similar al que se emplea con el pimiento para pimentón de La Vera.
Uno de los aspectos más destacados de la introducción del tabaco Kentucky en la comarca es su impacto económico, ya que este renacer del campo está generando empleo y estimulando otros sectores locales, como la construcción de nuevas infraestructuras agrícolas, la fabricación de contenedores y remolques, así como mejoras en los sistemas de regadío. "El agricultor es el mejor repartidor de dinero", afirma Rubén, señalando que la inversión se distribuye de manera equitativa, beneficiando tanto a los productores como a las industrias auxiliares de la zona.
Además, el cultivo del tabaco Kentucky está ayudando a fijar población en las áreas rurales, brindando a los jóvenes la oportunidad de establecerse y desarrollarse en el entorno agrícola. “Este cultivo es un verdadero motor de desarrollo rural, que no solo impulsa la economía, sino que también mantiene vivas nuestras comunidades”, destaca Rubén.
Aunque el proyecto se encuentra en expansión, Rubén Martín mantiene un enfoque cauteloso. Actualmente, se cultivan 55 hectáreas de tabaco Kentucky, con previsión de aumentar a 70 el próximo año, aunque subraya que no se puede escalar demasiado rápido debido a la complejidad técnica del cultivo y el curado.
El tabaco Kentucky está consolidándose como una alternativa viable para los pequeños agricultores, permitiéndoles competir en un mercado cada vez más difícil. Gracias a su alta calidad y a la posibilidad de vender directamente al fabricante, sin intermediarios, los agricultores pueden obtener precios justos y ver un futuro prometedor en este cultivo. Como señala Rubén Martín, “la calidad es fundamental, y eso solo se consigue con dedicación y trabajo familiar”.