Turismo de urbex: la moda de visitar lugares abandonados
Extremadura tiene uno de los pueblos abandonados más bonitos de España
Mérida - Publicado el - Actualizado
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El turismo urbex, una tendencia emergente que invita a explorar y documentar lugares abandonados, está captando cada vez más la atención de los viajeros en todo el mundo. Esta forma única de turismo ofrece la oportunidad de descubrir la historia olvidada y la belleza decadente de edificios, fábricas, hospitales y otros sitios urbanos que han sido dejados atrás por el paso del tiempo.
Desde antiguas estaciones de tren hasta hospitales abandonados, el turismo urbex permite a los aventureros sumergirse en un mundo de misterio y nostalgia mientras descubren lugares que han sido reclamados por la naturaleza o el olvido humano.
Destinos como Granadilla, están atrayendo a un número creciente de turistas urbex.
Granadilla
Situado en la provincia de Cáceres, es un pueblo abandonado que fue desalojado en la década de 1960 para la construcción del embalse de Gabriel y Galán. Desde entonces, el pueblo ha permanecido prácticamente intacto, conservando su arquitectura medieval y convirtiéndose en un lugar fascinante para quienes disfrutan de la exploración urbana.
Este pueblo fantasma, rodeado por el embalse y la naturaleza exuberante de Extremadura, atrae a turistas de todas partes del mundo. Los visitantes pueden recorrer sus calles empedradas, explorar las ruinas de las casas abandonadas, y maravillarse con los restos de la antigua iglesia y el castillo.
Además de su atractivo histórico y arquitectónico, Granadilla ofrece a los turistas la oportunidad de experimentar la sensación de estar en un lugar olvidado por el tiempo. La atmósfera de misterio y nostalgia que envuelve al pueblo lo convierte en un escenario ideal para la fotografía urbex.