El Ayuntamiento de A Coruña derribará el edificio okupado de O Martinete este año
Los vecinos crearon un Whatsapp para coordinarse y actuar contra el inmueble que les hace la vida imposible
Coruña - Publicado el - Actualizado
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El barrio de O Martinete, en A Coruña, comienza 2024 con otra cara. Este año desaparecerá el edificio okupa que les trae de cabeza. Se trata del inmueble de la calle Lois Peña Novo. El edificio quedó a medio hacer y que, desde hace un par de años, es lugar de residencia y trapicheo para una serie de okupas.
Tráfico de drogas, peleas pero incluso tiros o petardos en los peores momentos son situaciones que llevan viviendo este tiempo. Los vecinos no se resignaron. Crearon un grupo de Whatsapp para avisarse de incidencias y empezaron a presionar, a contactar con la propiedad del inmueble o denunciar ante distintas instituciones.
Proyecto para el derribo
La unión vecinal ha calado en el Ayuntamiento, con un compromiso: el primer semestre de este año derribarán el inmueble. En las últimas horas el concello reiteraba a la asociación vecinal una noticia que los residentes en el barrio conocían desde hace noviembre.
Eva vive enfrente del edificio y agradece el compromiso municipal porque los trámites ya están en marcha. No es una promesa. Es un compromiso que se está ejecutando: "nos han dicho desde Urbanismo que hay una persona desde hace un mes dedicada a este tema, que es prioridad del Ayuntamiento derribar el edificio y con coste al Ayuntamiento". Ahora, indica, "acabaron el proyecto para tirarlo y están en el término de encontrar la empresa que lo derribe".
En los últimos meses se ha calmado un poco la situación en cuanto a la conflictividad, pero cada vez hay más personas viviendo en el edificio. Y la droga no es una vecina que quieran seguir teniendo. "Estamos bastante preocupados porque en los últimos meses hemos contado cuatro personas nuevas, pero nuevas de vivir". Porque, "lo que es itinerante es una bestialidad, eso es incontable". Esta afluencia provoca que "la calle principal esté llena de jeringas" y "los niños no pueden ir solos por la calle, porque tienen miedo de donde pisan".
Unión para lo malo... y para lo bueno
La mayor duda ahora es qué habrá en el solar que deje el edificio. Una de las ideas es crear un parque, que bien merece este barrio en el que se ha reavivado la llama de la unión. Porque, pese a todo, el barrio ha hecho de la necesidad virtud y el canal de comunicación abierto para avisos de seguridad acabó creando vínculos que les han hecho organizar eventos como el Halloween o las Campanadas.
Por ello, ya están pensando en la fiesta que harán cuando el edificio sea historia "Aquí se va a montar... ¡pero una muy grande! pero antes de eso está en Carnaval. Aquí toda la fiesta que se pueda hacer, se va a hacer". Quienes más lo agradecen son sus hijos porque "en este devenir de acontecimientos los niños del barrio se han conocido".