Los bocatas de calamares vuelven a la Plaza de Ourense gracias a Down Coruña

La entidad ultima la reapertura del kiosko como cafetería

Kiosko Down Coruña

Noela Bao

Coruña - Publicado el - Actualizado

2 min lectura

El kiosko de la Plaza de Ourense, en A Coruña, volverá a servir bocadillos de calamares. Así lo promete el proyecto Down Café, puesto en marcha por la asociación Down Coruña.

En un vídeo, anuncian la “próxima apertura” de este local, que ha sido rehabilitado en los últimos meses para permitir la vuelta a la actividad hostelera. Los bocadillos de calamares eran el plato estrella del pequeño palacete de titularidad municipal, y desde Down Experience, el nuevo nombre del establecimiento, garantizan que formará parte del menú que ofrezcan en esta cafetería. “Quizás vengas por curiosidad o por rememorar tiempos pasados, pero volverás por la calidad”, aseguran en la pieza

INSERCIÓN LABORAL

Down Experience funcionará como una empresa que empleará a personas que están en la asociación. En él, estarán 4 empleados sin discapacidad a jornada completa, y 12 a media jornada, con discapacidad o síndrome de Down.

Las instalaciones, cedidas por el Ayuntamiento de A Coruña, han sido rehabilitadas integralmente. Se cambiaron los pavimentos, los techos, la fontanería o la instalación eléctrica. Se espera que en verano pueda estar en funcionamiento.

Kiosko Down Coruña

Kiosko Down Coruña

Llama también la atención que se ha cambiado el color del kiosko, que ahora tiene la parte de abajo verde. Se recupera así el color original de las instalaciones, que en los últimos años habían sido repintadas de azul.

KIOSKO DE LA PLAZA DE OURENSE

El kiosko de la Plaza de Ourense ha funcionado en los últimos años como oficina de Turismo del Ayuntamiento, pero actualmente solo conserva la taquilla municipal. La venta de entradas continuará, puesto que Down Experience ocupará la parte del recinto que da a la delegación del Gobierno.

El pequeño edificio, de planta baja y siete metros de diámetro, fue diseñado por el arquitecto Santiago Rey Pedreira. En su interior se instalaron a lo largo de los años, en concesión municipal, puestos de prensa, flores o churros.