Óscar Palleiro (bombero), rescató migrantes en el mar: "tenemos que descolonizar África de una vez"

Este profesional arteixán recibe uno de los premios Boas Prácticas Cidadás otorgados por la asociación Proxecto Máscaras

Redacción COPE Coruña

Coruña - Publicado el - Actualizado

9 min lectura

Este miércoles hemos recibido en COPE Coruña a Óscar Palleiro. Este bombero arteixán trabaja en Cambre ha participado en rescates a personas migrantes. Empezó en la isla griega de Quíos con el éxodo sirio. Continuó en el Mediterráneo y las Islas Canarias.

En la charle, cuenta que hay un antes y un después en su vida después de estas labores, olores que nunca olvidará y pide a los gobernantes que escuchen a África. Óscar recibirá este jueves uno de los premios Boas Prácticas Cidadás otorgados por la asociación Proxecto Máscaras, en reconocimiento a personas que destacan por su compromiso con la sociedad.

Lo curioso es que las nominaciones no las decide un jurado. Cada persona premiada decide quién cree que merece un premio por su trabajo el año siguiente. Este 2023, se reconocen entre los galardones ámbitos tan diversos como el ecologismo, la protección a la juventud o el activismo cultural.

¿Cómo te dieron la noticia de que eras uno de los premiados este año?

Fue hace un par de meses y con muchísima sorpresa, la verdad. Aunque Lorena (Lorena Boga) y yo nos conocemos, no tenemos ningún vínculo de amistad. ¿Cómo ha llegado a mí, sabiendo que Lorena es una persona súperimplicada en la cooperación y en el desarrollo y que de toda gente que realmente podría optar a este premio me haya elegido a mí? Es cuanto menos una sorpresa y es un honor, la verdad es que es un honor.

¿Cómo se siente uno? ¿Qué siente uno cuando lo premian por ser un buen ciudadano?

Volvemos a la sorpresa y la pena. Es una pena que realmente haya que premiar los buenos actos aunque desde nuestro ego al final quizá todos nos creemos que realmente somos buenos ciudadanos. Pero bueno, ante los ojos de los demás esa sensación gana un poquito de peso aunque cueste trabajo creerlo. Sobre todo, sorpresa. Ayer hablaba con Isabel, con la promotora del evento, sobre que me daba mucha pena que realmente tengan que existir este tipo de premios, que el civismo y la empatía por los demás debería de ser nuestra carta de presentación el día a día.

¿Cómo surgió? ¿Cómo empezó todo esto de acudir a rescates de refugiados?

Empecé muy jovencito en Protección Civil, concretamente en Arteixo. Siempre a través de mis padres ya estaban en asociaciones de vecinos. En mi infancia siempre ha existido esa labor, incluso a nivel familiar, ese vínculo de cooperar con el que tienes más cerca con el vecino, etcétera.

En realidad el gran salto fue en 2015. Concretamente estábamos cursando un ciclo formativo en la Academia Galega de Seguridade y salió en aquel momento SMH, que es con la ONG con la que me he ido a Quíos, a Grecia. Estaban pidiendo socorristas y yo era socorrista. Necesitaban personal cualificado para rescatar porque no había. Aquello no era aislado ya habíamos visto a aquel niño, Aylan Kurdi,Kurdi, tirado en la playa, muerto en la costa turca, y me decidí para ir para allí en una situación económica bastante mala porque estábamos

afrontando una crisis importante. A mí me había cogido en el paro, no había tenido suerte de entrar en ningún parque para trabajar, y aquello fue mi gran cambio.

Ver aquel golpe de realidad fue... allí no te das cuenta de lo que está pasando, pero cuando vienes para aquí es cuando saltan las lágrimas de verdad, y dices 'que qué mal estamos haciendo, tan mal, para que esto suceda'.

¿Uno se prepara para ese golpe de realidad o se le viene encima?

No, yo creo que no estamos ni preparados, ni estamos haciendo nada, tampoco para prepararlos. De hecho el otro día estábamos comentándolo con con dos personas que se dedican a la psicología, y para mí un proyecto que tengo en mente es generar “rescatador de rescatadores”. Rescatador es aquella persona que tiene un enfermo en casa y está todo el día pendiente de él, cuidadores, personal sanitario... yo creo que aún no le han puesto nombre a ese síndrome que estoy convencido que padecemos. Unos lo llevamos mejor y otros evidentemente tienen que decidir apartarse de esto, porque es duro, sobre todo trabajar la impotencia, y la injusticia, es duro

¿Qué fue lo que más te impactó?

El impacto es generalizado, creo que no hay nada que subrayar en la situación en sí, no solo en Grecia. Creo que este premio es un poco por el trabajo que se hace aquí. Allí me doy cuenta de que mi afán de rescatar es alto. De hecho he estado a punto de embarcar muchas veces, pero en realidad hay tanto trabajo que hacer en origen, que no me incita a irme para allá aunque evidentemente como socorrista y como bombero me gusta la acción.

Me gusta ese momento, pero me apena tanto que lleguen a esa situación que dije 'soy consciente de lo que pasa y voy a meter toda la energía que tengo para que, si podemos conseguir que una persona no decida meterse en una embarcación destinada a hundirse bienvenido sea, está cumplido el trabajo anterior y el que queda por hacer'

¿Estuviste en la isla griega de Quíos, pero en qué más sitios has estado?

Estuvimos desarrollando un proyecto que para mí fue mi gran fracaso que es en la costa Atlántica desde Canarias. Teníamos un objetivo en mente y seguimos, pero... imposible porque está todo muy hermetizado. La costa, la frontera sur es la más mortífera del mundo y que pase en nuestra casa me da muchísima... no pena. Al final se traduce todo en injusticia. Gestionar toda esa injusticia resta muchísima energía. Entonces, no conseguimos meter embarcaciones de rescate allí. El problema es que es un gran negocio que va a seguir funcionando sí o sí.

Intentaremos paliarlo algún día, ahora hay que tomarse un tiempo de reflexión, ayudar más en casa. Aquí hay muchas personas que lo necesitan. Sobre todo mandar ese mensaje de apoyo a que todos colaboremos, que esto no sea un premio aislado, que cada día, cuando lleguemos a casa, nos tumbemos en cama y reflexionemos, hoy ha sido un gran día porque he sonreído a una persona, he saludado a una persona que está sola... pequeños gestos que realmente deberíamos de enmarcar en nuestro día a día.

Tú lo has dicho y lo has vivido, no se está haciendo nada, hablemos un poquito de utopía, ¿qué habría que hacer?

En los coles cuando doy charlas, hay muchos chicos y chicas que me dicen, chicos y chicas, ¿qué se podría hacer? aprender a amar. El amor es la mejor pastilla para tomarse cada mañana. Amarse a uno mismo y, si eso lo tenemos claro, el resto va todo. En términos más más palpable, en el caso de África, que es lo que nos toca más aquí, es asumir todo el problema de la migración africana.

Tenemos que dejar de expoliar sus países, tenemos que descolonizar África de una vez por todas. África lo está pidiendo gritos, tenemos que escucharlos y tenemos que pedirle a quien nos gobierna que los escuchen y que se vayan de verdad. Que no sea una falacia de 'sí me voy pero mantengo mis negocios allí y sigo expoliando tus recursos al precio que sea'. Una vez que pase eso tenemos el problema solucionado, el resto del negocio se va abajo.

¿Cómo es la vida después de esa vida que nos has contado?

Más consciente quizá. Yo recuerdo muchas veces algo que me dijo mi madre de algo de una forma muy puntual pero sí que me quedó muy grabado: que hay un Óscar antes de Quíos y después de Quíos. Cambia toda tu percepción de la vida. Las imágenes a veces se te borran, a mí me pasa, pero lo que es el olfato... yo tengo ciertos olores que me vienen a la mente muchas veces y es duro vivir el olor al miedo cuando tienes una persona enfrente en una embarcación hundiéndose. Esa desesperación es brutal y cuesta gestionarlo porque ese olor viene muchas veces a la mente cuando te enfrentas a ciertas situaciones. Porque una vez que te metes en esto creo que no eres capaz de salir, salvo que tengas prooblemas a nivel emocional que realmente lo tengas que dejar por necesidad de salud. No llegas nunca a gestionarlo.Son muchas cosas que hay que trabajar el día a día y evidentemente no hay una vuelta atrás.

¿Qué hace ahora Óscar?

Luchar con un adolescente de 14 años (ríe). No, es maravilloso. Tengo la suerte de tener un hijo maravilloso y muy feliz de su forma de ser. Me dijeron que todas mis vivencias al final repercuten en él. Espero que sea un ciudadano ejemplar, hasta ahora lo es y bueno, luchar...

¡Contra las velutinas! Me decías.

Sí, por la mañana. Óscar Camps de Proactiva, dice siempre que ellos están haciendo lo que no hacen los gobiernos. Lo de las velutinas es un poco igual, lo estamos haciendo ciertas personas que sí que nos preocupa donde vivimos, los retos que nos pone el día a día realmente es como la velutina.

Pero lo más peligroso que hay en la sociedad es el odio. Tenemos que aprender a amar más, a criticarnos menos y a escuchar más. Cuando fue la crisis migratoria en Arguineguín, que para mí fue una vergüenza, me avergoncé de mi país, de los gobiernos, tanto del que estaba gobernando como el de la oposición. Me avergoncé muchísimo de las fuerzas del orden. Para mí fue un palo brutal en mi casa, porque cuando lo vives fuera parece que es más ajeno a ti, pero cuando lo vives en tu casa...dices, ostras, estamos más podridos de lo que yo creía.

Óscar, que mañana vas a recibir ese premio de Buenas Prácticas Ciudadanas, pero yo tengo que decirte que el premio lo tiene el mundo por gente que lucha contra la injusticia como tú. Muchísimas gracias.

Gracias a vosotros por darnos voz. Y a los oyentes, a las personas que están ahora mismo al otro lado, que por favor, que amemos más, que no juzguemos tanto. El otro día en un programa de televisión me preguntaban qué podemos hacer por esas personas que migran. Pues... las personas que tenemos en nuestro alrededor, en A Coruña, en nuestro ámbito de vida, la mayoría están solas. Se sienten solas, tan lejos de su casa, de su familia, de las personas que más quieren. Y un pequeño gesto como una sonrisa o un buenos días les ayuda muchísimo. Así que por favor, os pediría que tengamos mejores gestos y que no miremos con desprecio y con lejanía, que pongamos un gesto de amor todos los días, que es muy egoísta, ¿eh? porque sienta de maravilla.