Confirman en A Coruña 17 años de prisión para un hombre que hizo la vida de una niña de 15 un infierno

La Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) ha confirmado la condena de 17 años de cárcel para un hombre que maltrató de forma habitual, hostigó y abusó sexualmente de su compañera sentimental, menor de edad. Además, fue condenado por facilitar a la víctima el consumo de droga.

Sucedió en 2017, cuando el procesado tenía 20 años y la niña, 15. Los magistrados han rechazado el recurso presentado por el sospechoso contra la sentencia de la Audiencia Provincial de A Coruña, al entender que “se encamina a mostrar su discrepancia respecto de la valoración probatoria de instancia, pero sin ni tan siquiera denunciar la existencia de error valorativo alguno”. Destacan que ha quedado acreditado que sometió a la adolescente a “situaciones de violencia física y psíquica”.

LA OBLIGABA A HACER VIDEOLLAMADAS PARA CONTROLARLA

El alto tribunal gallego subraya que “la culpabilidad del acusado quedó establecida más allá de toda duda razonable”. Así, indica que la sentencia apelada es “exhaustiva, minuciosa y extremadamente fundada”. El TSXG considera acreditado, al igual que la sección primera de la Audiencia, que el procesado, “con ánimo de menoscabar la integridad física y psíquica de su pareja” ejerció “un control y manipulación sobre ella que se manifestó en múltiples aspectos de su vida”.

Según la resolución, el condenado revisaba el móvil de la menor y le exigía que le comunicase en todo momento dónde se encontraba, así como que se grabase durante horas o efectuase videollamadas para asegurarse de que no le mentía. Además, cambió las contraseñas de sus redes sociales e instaló en su terminal telefónico una aplicación que servía para bloquear el acceso a otras, “limitando y controlando así sus contactos con terceros”.

En la resolución de primera instancia también se considera acreditado que el procesado le impedía usar ropa ajustada. Además, la obligaba a permanecer encerrada en los aseos durante los recreos de su centro escolar y grabarse para evitar que tuviese contacto con sus compañeros.