Un experto de A Coruña asegura que era "muy complicado" salvar el último olmedal de Europa

Una empresa especializada en talas retira esta semana los trece olmos afectados por grafiosis. "Da mucha pena" confiesa el presidente de The Royal Green Jackets.

Noela Bao

Tumba de Sir John Moore

Eva Iglesias

Coruña - Publicado el

5 min lectura

Adiós estos días a unos vecinos coruñeses de 150 años: los olmos del jardín de San Carlos, el último olmedal de Europa. Las grandes grúas retiran ya estos imponentes árboles, ahora secos y muertos, debido a la acción de un letal hongo. El vicepresidente de la agrupación naturalista Habitat, Santiago Vázquez, explica que la grafiosis es una enfermedad que afecta a los olmos. "Es un hongo que entra en el sistema vascular, en las raíces, en la savia y va debilitando el olmo hasta que se muere", explica.

Un hongo que suele ser transportado por un escarabajo que va buscando esta especie de árboles porque "le gusta arrimarse a los olmos porque le gusta alimentarse un poquito de su madera, entonces, claro, lleva como mochila esta enfermedad. Este hongo ya no es que contacten raíces con raíces de olmos enfermos, sino que de lugares relativamente lejanos puede venir este pequeño insecto. Están perfectamente compenetrados, desgraciadamente, para sentenciar a nuestros olmos", asegura.

La retirada de estos olmos secos se hace, según Vázquez, con la "esperanza" de que los poquitos olmos que a día de hoy sobreviven, unos seis, lo consigan. Subraya que era "muy complicado poder evitarlo porque todas estas enfermedades de hongos que afectan al sistema radicular y a las savias son muy difíciles de controlar y, sobre todo, tenemos un vector de expansión que es un escarabajo que, a mayores, nos está haciendo ataques constantemente".

Vázquez niega que las obras que se hicieron en el jardín removiendo tierra agilizasen la expansión de la grafiosis entre los olmos. Insiste en que el "vector de expansión" que es un "escarabajo que vuela" es "muy difícil de controlar" a pesar de los tratamientos. "¿Esto podría haber influido? Pues igual en un porcentaje muy pequeño. Igual sí, pero no es la causa de que los hayamos perdido, desgraciadamente", concluye.  

Los olmos enfermos están siendo retirados por una empresa especializada en talas y los restos, según fuentes municipales, recibirán el tratamiento adecuado. Serán sustituidos por olmos alemanes en febrero de 2025. Ya han sido adquiridos en un vivero germánico. Tienen un perímetro de 35 centímetros y una altura de ocho metros. Son variedades, en este caso, resistentes a esta enfermedad. La concejala de Infraestructuras, Noemí Díaz, ve una "oportunidad" en la "adversidad". "Tomamos esta adversidad como una oportunidad para poner en marcha un plan de revitalización", añade.

Tras la tala se va a realizar un sondeo arqueológico para conocer el estado y la morfología de los jardines. También se realizarán tratamientos preventivos a los árboles que no están afectados por la enfermedad, con endoterapia y deltametrina, con el objetivo de reducir el riesgo de que esta patología pase a los pocos árboles que quedan sanos. Las previsiones que maneje el ayuntamiento de A Coruña es abrir al público el jardín de San Carlos durante la primavera del año que viene. El jardín permanece cerrado desde mayo de 2023. 

jARDIN HISTÓRICO Y THE ROYAL GREEN JACKETS

El jardín de San Carlos es el jardín histórico más antiguo de A Coruña. Abrió en 1830 y acoge el mausoleo del general británico Sir John Moore, que murió en la batalla de Elviña cuando intentaba frenar la invasión de los franceses. La pérdida la sienten de forma importante desde la asociación histórica y cultural The Royal Green Jackets

El presidente de la entidad, Manuel Arenas, lamenta la "tirantez" que hubo entre la Xunta de Galicia y el ayuntamiento de A Coruña que estuvieron "discutiendo durante mucho tiempo de quién era la culpa". Tiempo que, en su opinión, se podría haber utilizado para evitar la muerte de los olmos. También recuerda los avisos que hubo sobre la remodelación del jardín que alertaban de que el "movimiento de tierras" podía afectar a estos árboles. 

Destaca que después de tanto "rifirrafe" el "perjudicado" fue el jardín. "El único que se va a salvar es el roble de Moore" que se plantó en 2005, subraya Arenas. Señala que tuvo la idea de aconsejar a la alcaldesa y al ayuntamiento que "en vez de volver a plantar olmos plantar robles que es un árbol mucho más duro, en ese sentido". "Creo que sería lo más apropiado", apunta, "y aprovechar la situación para darle al jardín otro sentido distinto a la olmeda que había anteriormente". 

Manuel Arenas se queja, además, de que a pesar de que este enclave es uno de los "entornos más bellos de la ciudad" no se le ha dado la importancia que tiene. Apunta que se talaron los olmos de Cuatro Caminos para evitar que la grafiosis llegase al jardín pero "al final ha habido muchísima dejadez por las dos partes y, lamentablemente, lo vamos a sufrir los coruñeses y la gente que visitaba ese bello jardín porque era un jardín histórico".

 Recuerda, además, que el jardín tenía "un cuidador permanente que ha desaparecido. Ahora es una empresa la que se encarga. Había un concierto con el consulado británico para la protección de la tumba de John Moore y el entorno. Pues ha quedado algo que ahora, pues es irreparable. Y, claro, de conocer ese jardín durante tantos años, bueno, yo lo llevo viviendo desde muy pequeño y me da mucha tristeza la situación".

El presidente de The Royal Green Jackets apunta que "desde los casi 30 años que llevamos la asociación realizando eventos en el jardín, llegar y ver esa calvicie, que antes estaba súper protegido todo el entorno por esos árboles, pues ahora da mucha pena la imagen que se ve del propio jardín y del deterioro que ha tenido". 

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