Por qué no debes alertar de que hay un control de tráfico: "Hasta 30.000 euros..."
Las primeras sanciones en Galicia han ocurrido hace poco por avisar de estas situaciones
Coruña - Publicado el - Actualizado
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Se han impuesto en Galicia las primeras multas por alertar en redes sociales. de la presencia de controles de tráfico. La Guardia Civil sancionó a un vecino de la provincia de A Coruña que gestionaba grupos de WhatsApp que avisaban de la presencia de controles en la Costa da Morte.
En alguno de ellos había hasta 15.000 usuarios. Además, el hombre también alertaba públicamente por Facebook, X e Instagram. Según recoge el diario La Opinión de A Coruña, para evitar las sanciones, cambiaba en redes palabras como "control" o "radar" por términos como "trompeta".
Otra de las denuncias se dio a una empresa española, muy conocida por tener una aplicación que alerta de la presencia de dispositivos de control en carretera. En el momento en el que se abrió el expediente, tenía la sede social en la localidad coruñesa de Miño.
Infracción grave de seguridad ciudadana
Fue el sector de tráfico de la Guardia Civil en Galicia quien impuso las denuncias. Lo curioso es que aquí no se aplica la ley de tráfico, sino la de Seguridad Ciudadana. Interpretan estos avisos en redes como una infracción grave, por poner en riesgo el éxito de una operación policial.
Pero hay más. Tráfico estudia cambios normativos para extender este tipo de sanciones no solo a quien promueva los grupos, sino a quien realice los avisos. "Se está estudiando la posibilidad de que cualquier tipo de aviso, no solamente por parte de los administradores pues puede ser también sancionado, advierte el teniente Francisco Javier López Dopico, jefe de la Guardia Civil de Tráfico en el destacamento de Ferrol.
"Estamos hablando de grupos que superan con creces alguno más de mil miembros. Por tanto es un grupo lo suficientemente amplio para que la información llegue a muchas personas y se difunda en tiempo real". Además, las infracciones pueden conllevar sanciones importantes, que van "van desde los 600 hasta los 30.000 euros".
Contra la "falsa solidaridad"
Son conductas en el punto de mira de la Fiscalía de Seguridad Vial y de la Guardia Civil. Y es que suponen un obstáculo diario a su labor de retirar de las carreteras a personas que no están en condiciones de llevar el volante.
El teniente asegura que, lejos de ser un gesto de compañerismo entre conductores, es una conducta de riesgo. López Dopico apela a una "falsa solidaridad que trae consecuencias para cualquiera, incluso para ellos mismos" debido a un "error de interpretación" porque, a su juicio, "lo único que está haciendo es poniendo en peligro a todos los que circulan por las vías", con consecuencias " para cualquiera. Incluso para ellos mismos".
No es solo por coger el coche con alguna copa de más. Nunca se sabe los motivos por los que a una persona le interesa mantenerse lejos del radar de la Guardia Civil. Quien lanza un aviso "está avisando a cualquier usuario de las vías", incluido aquel "que haya llevado a cabo conductas mucho más graves como actitudes o delitos contra las personas". De este modo, subraya "podemos estar avisando a un atracador, podemos estar avisando a un secuestrador, podemos estar avisando a un violador que efectivamente hace uso de las vías".
Controles de alcohol exprés
Para evitar los avisos por Whatsapp y atajar el repunte de la siniestralidad , Tráfico ha puesto en marcha en Galicia controles de alcohol exprés. Se calcula que hay un control cada 20 minutos en las carreteras gallegas.
"Son controles de menor duración, mucho más variados y en el mayor número de puntos. Los controles antes podrían alargarse un poco más en el tiempo, ahora van a ser más cortos para evitar que precisamente estos abusos puedan surtir efecto", comenta el teniente. Destaca el amplio conocimiento de la geografía y orografía gallega de la plantilla de la Guardia Civil de Tráfico como para poder movilizarse en poco tiempo a carreteras secundarias que puedan servir de alternativa a los infractores que quieren evitar la mirada policial.