El reto de descubrir el deporte adaptado: "¡Yo no sé cómo compiten, es muchísimo más difícil!"

Casi 400 estudiantes de Coruña han podido experimentar en primera persona modalidades deportivas adaptadas gracias a unas jornadas de sensibilización de Enki 

Noela Bao

Coruña - Publicado el

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Un combate de esgrima adaptada suena como cualquier otro. Los dos participantes tienen máscara, protecciones, pero algo distinto: van en silla de ruedas. Los movimientos se limitan y hay que cambiar las estrategias. Lo han probado estudiantes como Íker y Raúl, del colegio A Ponte Pasaxe de Culleredo, en A Coruña y admiten que es “raro” porque “se tarda más en anotar un punto”.

Pedro y Martín estudian en la Grande Obra de Atocha de A Coruña, y acaban de probar cómo se puede  mover una bici con las manos cuando tus piernas no se mueven. Es bastante más difícil que una bicicleta normal” y se han dado cuenta “lo complicada que es la vida si te falta una falta de cuerpo o te pasa algo en la espalda”. 

Con una raqueta en la mano y la otra en la rueda de una silla parece difícil jugar al tenis. Eso es al menos lo que les ha parecido a Sabela y Carlos, del colegio Emilio González López Cambre. “¡Yo no sé cómo compiten, es muchísimo más difícil!”, admitía Sabela, incapaz de darle a la pelota muchas veces aunque estuviese a su lado. 

Enki

Tenis en silla de ruedas

Pero los peques también han jugado al fútbol... con las manos, sentados en el suelo y con un antifaz en los ojos. Y han podido correr a ciegas gracias al Club de Atletismo de Sada, que integran a personas con deficiencia visual, pero también con discapacidad intelectual, autismo o síndrome de Down. 

Jornadas de sensibilización de Enki 

Estas son algunas de las modalidades de deporte adaptado que han podido probar esta semana cerca de 400 estudiantes de A Coruña en Palexco gracias a ENKI. Es una nueva edición de las jornadas para poder experimentar la empatía de una forma lúdica e inclusiva. Primero, los deportistas se pasan por clase para dar una charla y después, los estudiantes pueden vivir en primera persona.

Ángel López, presidente de la Fundación ENKI, celebró la alta participación y recordó el valor del banco de materiales deportivos de los que dispone ENKI. “Es muy importante que una silla de atletismo como la que tengo yo, que vale 8000 euros, me vale para toda la vida porque soy adulto, pero un niño o niña de su edad se gasta 5000 y a los pocos años tiene que comprar otra”, comentaba.