IGLESIA
Garcia Cadiñanos estima que los conflictos violentos se deben “a la crispación en la que vivimos”
El obispo de Mondoñedo-Ferrol asegura que la emigración "no la hay que ver como un problema, sino que como un reto"
Ferrol - Publicado el - Actualizado
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El obispo de la Diócesis de Mondoñedo-Ferrol, monseñor Fernando García Cadiñanos, estima que “la resolución de los conflictos de una manera violenta, se debe a la crispación en la que vivimos”, en una sociedad “demasiado crispada, donde se vive mucho desde lo emocional, y por ello no es entra en la razón”, destacando la violencia que se visibiliza a gran escala, con los conflictos bélicos, como la Guerra de Ucrania, “que es una masacre”, y que tal y como demandada el Papa Francisco, “es necesario parar esta guerra, lo mismo que en Gaza, donde se está produciendo ahí una masacre en toda regla, hay que parar la guerra”, ya que a su entender, “ la guerra siempre es el fracaso de la humanidad”.
Dichas manifestaciones las realizó el representante de la Iglesia Católica en la mañana de este miércoles en el Parador de Turismo, en donde fue el invitado del ciclo 'Conversas no Parador', que organiza el Club de Prensa de Ferrol.
Así, ha detallado que desde su punto de vista “estamos ante una sociedad desesperanzada y traumatizada, tal y como es evidente”, y que en el caso de los jóvenes “las dificultades que tienen de futuro, también por horizontes que a veces se les presentan demasiado elevados, que luego son los que son” y que en esta sociedad “estamos yendo en este sentido, non hacia adelante, si no hacia atrás”.
LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN
En alusión a los medios de comunicación, ha estimado que estos en el ámbito religioso, “lo que es eclesial, pues no es relevante, quizás porque también el propio observador de la realidad no tiene esa mirada, no tiene esa sensibilidad, no ha sido cultivado o no ha sido cuidado en ese aspecto”, pero que “se fija mucho en lo que es anecdótico y que también muchas veces es noticiable lo extravagante o en tantas ocasiones también lo escandaloso, que también existe en el seno de lo religioso”.
García Cadiñanos ha incidido en que la Iglesia también aporta mucho a “la dimensión cultural, nuestra sociedad no se puede comprender sin lo que es el hecho religioso y sin lo que son las claves religiosas que han aportado tanto a lo que nos identifica, además de en el ámbito de lo comunitario”, y que, por otra parte, “vivimos en una sociedad, pues, fuertemente individualista, pero la Iglesia fundamentalmente es comunidad y nos ayuda también a fortalecer los vínculos comunitarios que hacen tanto bien a las personas”, ya que “en una sociedad donde se vive mucho la soledad, la Iglesia nos aporta esperanza”.
En este foro, también se ha referido García Cadiñanos a su reciente nombramiento como nuevo presidente de la Subcomisión episcopal para las migraciones y movilidad humana de la Conferencia Episcopal Española (CEE), para los próximos cuatro años.
Ha destacado que afronta con mucha ilusión esta nueva encomendación, y que la emigración “no la hay que ver como un problema, sino que como un reto, para gestionar y crecer en la interculturalidad”, y que “detrás de todo este tema de las migraciones, lo que tenemos que ver son personas más que problemas”, tal y como también quieren ver desde la Iglesia, ya que “tenemos que descubrir sobre todo la dignidad de las personas”.