Entra en vigor el nuevo reglamento que regulará el funcionamiento de todos los cementerios parroquiales de la Diócesis de Mondoñedo-Ferrol
Viene a sustituir al que estaba vigente desde el año 1984, cuando era obispo de esta diócesis Miguel Anxo Araúxo
Ferrol - Publicado el
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Con la llegada del nuevo año, desde el 1 de enero, entró en vigor, por tres años, el nuevo reglamento que regulará el funcionamiento de todos los cementerios parroquiales de la Diócesis de Mondoñedo-Ferrol, que viene a sustituir al que estaba vigente desde el año 1984, cuando era obispo de esta diócesis Miguel Anxo Araúxo.
Según ha asegurado el obispo, monseñor Fernando García Cadiñanos, este nuevo reglamento “es fruto del trabajo de muchas personas” y que “durante prácticamente dos años ha estado encima de nuestras mesas, de las mesas de muchas personas, de muchos colectivos y grupos y también de muchos expertos en estas cuestiones”.
García Cadiñanos ha recordado que “sabemos la importancia que tienen los cementerios en nuestra alma gallega, que los cementerios significan mucho para nosotros y que son lugares especialmente cuidados dentro de las comunidades, tanto sociales como parroquiales, y por eso a veces vemos que hay dificultades”.
Se refería así “a problemas en la gestión de los cementerios, que con el anterior reglamento pues no podíamos solucionar” y que con el nuevo documento, que ahora se pone en funcionamiento y que a lo largo de los próximos meses se va a ir poniendo en comunicación de las diferentes comisiones de cementerios, “lo que nos da son instrumentos para que podamos salir al frente de dificultades que en la gestión diaria de los cementerios vienen gestando”.
En particular, el obispo de Mondoñedo-Ferrol se ha referido a “problemas que tenemos con impagos, abandonos, problemas a veces de falta de mantenimiento” y que ahora “contarán con los instrumentos y las herramientas para que las diferentes comisiones puedan llevar adelante una mejor gestión”.
Por último, Fernando García Cadiñanos ha detallado que “ojalá que este instrumento que ponemos en manos de nuestra sociedad nos ayude a que los cementerios no sean lugares de enfrentamiento o de sufrimiento, sino que sean también lugares que podemos poner al servicio de nuestra sociedad, con una mayor dignidad”.