Valentín, el hombre que recibió una brutal paliza en Ferrol por pedirles a unos jóvenes silencio: “No tengo miedo”
Sus agresores derribaron la puerta de su casa después de que les tirase un vaso de agua desde la ventana
Galicia - Publicado el - Actualizado
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Se llama Valentín, tiene 58 años y ha recibido una paliza en Ferrol (A Coruña) por quejarse del ruido que estaban haciendo unos jóvenes que estaban de fiesta. El hombre ingresó en el Hospital Arquitecto Marcide de la ciudad gallega y ahora se recupera en su domicilio.
Todo sucedió la madrugada del domingo, en torno a las 5h. Este martes, Valentín todavía está “un poco confundido”, según ha contado desde su casa de la calle Magdalena, a Jorge Bustos y Pilar García Muñiz en Mediodía COPE. Su cara lo dice todo: completamente amoratada, los ojos hinchados y puntos encima del labio.
UN FIN DE FIESTA INESPERADO
Su vida dio un vuelco en un abrir y cerrar de ojos. Al vivir en el centro de Ferrol, está acostumbrado a que haya ruido (“cantan, gritan... hay manadas de personas”), pero esa noche el jaleo era ensordecedor. Era fin de fiestas y había “muchísima gente, muy exaltada y pegando unos gritos descomunales, insoportables”.
Cuando oyó a una chica gritar, salió a la ventana y les pidió “por favor, que se callasen”. Tenía un vaso de agua y “lo tiré para ver si se iban”, pero lejos de hacerlo, uno de los jóvenes fue corriendo hacia el portal, lo forzó y accedió al edificio. Un minuto después, él y otra compañera estaban plantados delante la puerta de su casa.
Valentín les abrió para evitar que la tirasen abajo la puerta e intentó hablar con ellos, pero el diálogo no entraba en los planes de los jóvenes. Lo tumbaron y empezaron a darle puñetazos y patadas en el suelo. A partir de ahí... todo se nubla.
EN BUSCA DE SUS AGRESORES
Los vecinos no salieron a ayudarlo “por miedo”, pero rápidamente alertaron a la Policía. Cuando llegaron los agentes, sus agresores ya habían huido y todavía no han sido localizados. Lo que recuerda Valentín es que eran un chico y una chica, “como mucho de 20 años, morenos, de ojos oscuros, delgados...”. Y quizás lo que más le sorprendió fue la violencia con la que lo atacaron: “Saben pegar perfectamente. No sé si estarán metidos en boxeo porque son tan certeros los golpes...”. De la joven se acuerda más porque llevaba “un peinado más típico español”. En todo caso, le pareció que no eran extranjeros.
Sus convecinos le han expresado su apoyo, porque la situación que viven “es invivible”, aunque de momento no han abordado la necesidad de más seguridad. Y pese a los efectos físicos evidentes, Valentín se muestra firme en el relato: “No tengo miedo, no soy persona de coger miedo... creo que sería peor para ellos si vuelven a tocarme a mí o a otra persona”. Su sufrimiento deja también una valiosa lección. “Yo tengo mi dolor, pero es mucho más duro tener todo el odio y toda la furia que tiene esa gente. No lo cambiaría por nada”, ha contado a Jorge Bustos y Pilar Cisneros.