El adiós de Hernández
Agustín Hernández se despide de Raxoi "emocionado" y declarándose "colaborador desta cidade"
Madrid - Publicado el - Actualizado
2 min lectura
Ayer se hizo oficial: Agustín Hernández abandonó el Pazo de Raxoi y la política, en general. En estos últimos días se daba de baja en la militancia del PP y dejaba su cargo en el Concello de Santiago, al que lleva sirviendo, desde gobierno y oposición, en los últimos cinco años.
Hernández se fue visiblemente emocionado y con su sonrisa nerviosa. Se despidió de Raxoi emocionado, al cerrar una etapa y por estar en un momento importante en su vida.
El ex concejal ya del Partido Popular será el próximo presidente del CES, del Consello Económico e Social, un órgano independiente que sirve de puente entre el gobierno gallego y la sociedad civil.
DESPEDIDA EN RAXOI, ENTRE AGRADECIMIENTOS
Hernández ha querido agradecer a todo el grupo popular "el camino compartido desde 2014", que comenzó en un momento "durísimo y muy complicado", pero durante el que se conformó un "vínculo" que no olvidará nunca.
Sus agradecimientos también han ido dirigidos a "todos los ciudadanos" que lo respaldaron durante su trayectoria política en la capital gallega, al resto de fuerzas locales y a los trabajadores del Ayuntamiento con los que compartió "tanto tiempo".
LOS BUENOS DESEOS DE BUGALLO EN LA DESPEDIDA
Bugallo le ha deseado "éxito y acierto" a Hernández en su nueva labor como presidente del CES, ya que es un órgano "importante para todos los gallegos".
En este sentido, el alcalde socialista de Compostela también ha considerado que "es tiempo de reconocer" la trayectoria de Hernández como "alcalde", que llegó "en unas condiciones inimaginables" y "dedicó toda su energía y esfuerzo" a mejorar la ciudad.
El actual primer edil apela a "no olvidar" que "somos personas" y que a la hora de la verdad todos "somos vecinos del barrio que comparten preocupaciones, ilusiones e intereses", independientemente de sus ideologías.
MÁS FRÍA LA DESPEDIDA DE CA
Martiño Noriega le deseó suerte y, aunque reconoce que no serán amigos, sí le desea lo mejor en el plano personal.
Se cierran cuatro años de relaciones difíciles entre Noriega y el grupo de Hernández.