Mari Carmen y José Antonio, dos historias de reencuentro en la fase 2 de desconfinamiento en Galicia
Ella ha podido ver a su madre en una residencia, él abrir su bar que llevaba dos meses cerrado
Madrid - Publicado el - Actualizado
2 min lectura
El primer día de fase 2 en las provincias gallegas ha transcurrido con normalidad. Se pueden utilizar ya las playas con fines recreativos, el aforo de los templos pasa a ser del 50% y reabre la hostelería en interior, no solo en terrazas.
Otra de las grandes diferencias con la fase 1 es que por fin se permiten las visitas a mayores en residencias. Eso es lo primero que ha hecho Mari Carmen Juiz, una vecina de Ames que acudió a visitar a su madre en un residencia de mayores de Teo, cerca de Santiago.
Su madre sufre alzheimer y es muy mayor, pero agradece mucho el contacto físico. "Estoy muy contenta de haber visto a mi madre cara a cara".
La visita se hace con total seguirad. "Los protocolos garantizan que la visita sea segura", explica. No se puede besar o tocar a los mayores, pero sí estar con ellos y hablar.
En esta fase del desconfinamiento se puede hacer una visita semanal de una hora a cada mayor en residencia, pero tiene que ser siempre la misma persona la que acuda, para evitar riesgos.
Por el momento no se puede cambiar de provincia para realizar ese tipo de encuentros.
JOSÉ ANTONIO POR FIN PUDO ABRIR SU BAR
Las visitas a mayores, fundamentales en esa fase 2 de desconfimaniento, pero también la apertura de la hostelería, y ya no solo en las terrazas.
José Antonio tiene un bar de Santiago y después de dos meses y medio con la persiana echada ha podido abrir y ver por fin a la clientela de toda la vida.
El Eirado es uno de los clásicos del Ensanche de la capital gallega y muchos de los clientes llevan décadas acudiendo a tomar café cada mañana. "Esta mañana ha sido de reencuentros, el año que viene cumplimos 40 años y estábamos preocupados por algunos clientes".
"Llamamos a algunos que sabíamos que enfermaron pero afortunadamente están todos bien".
La apertura del local se ha hecho con todas las medidas de seguridad para evitar contagios de coronavirus. "Estamos dejando dos metros entre las mesas y pusimos letreros en los que pedimos que la gente no esté de pie, que guarden las distancias y que nos ayuden a mantener la higiene", cuenta a Cope Galicia.
El aforo en la hostelería es del 50% y los camareros deben, además, utilizar mascarillas.