El curioso caso de Santiago en verano: cuanto peor es el tiempo, más turistas
La capital gallega se llena con las borrascas de visitantes procedentes de Sanxenxo o Ribeira
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Solemos pensar que la lluvia es mala para el turismo. Los visitantes tienen que sacar el paraguas y su principal preocupación acaba por ser la de buscar un sitio de abrigo.
Pues no siempre es así. En Santiago el sector hostelero se frota las manos cuando llega una borrasca. A los peregrinos y a los visitantes que de por sí escogen Compostela para pasar unos días se suman miles de amantes de la playa que llegan de localidades cercanas como Sanxenxo, Porto do Son o A Pobra do Caramiñal.
Si no está el día para disfrutar de la playa los turistas deciden en masa acudir a la Catedral, la plaza del Obradoiro o a comer en alguno de los restaurantes de la rúa do Franco, de las inmediaciones de la plaza de Abastos o de la rúa de San Pedro.
"Esta es la esencia de Galicia, tiene que llover", decía este mediodía a Cope Santiago un turista, y esa es la tónica general. "Me gusta que haga el tiempo típico del sitio que visito", añadía otro.
LA BORRASCA ATRAE VISITANTES
Ya desde este miércoles se notó en la capital gallega una afluencia de gente superior a la de semanas anteriores y desde la sala de pantallas de la policía local avisan de que en días así se llenan los aparcamientos más céntricos y que se incrementa notablemente la circulación por las entradas a la ciudad desde media mañana.
La situación se repite hoy jueves, con calles del centro vuelven a estar repletas de turistas y a mediodía se producen colas en los restaurantes. En Santiago de Compostela no sólo la lluvia es arte, sino que atrae visitantes.