Dos meses de cárcel por saltarse el confinamiento de manera reiterada

Parece que el mensaje de que tenemos que quedarnos en casa ha calado en la sociedad y, en líneas generales, cumplimos con las restricciones de movimientos debido a la crisis sanitaria por el coronavirus. No obstante, siempre hay una minoría que se salta las normas. Es lo que ha sucedido con un hombre en Santiago, que deambulaba por la ciudad.

Este hombre ha sido condenado a dos meses de cárcel por incumplir el confinamiento de forma reiterada en Santiago de Compostela. El individuo fue interceptado en diversas ocasiones consumiendo alcohol y drogas en la vía pública, y sin prestar atención a la normativa que impide estar en la calle si no es por una causa justificada.

La Policía Local de Compostela lo interceptó hasta en cinco ocasiones, entre los días 21 de marzo y el 2 de abril, en la vía pública, caminando sin rumbo por la ciudad y consumiendo distintas sustancias. 

Esta persona, identificada como Roberto, es mayor de edad y fue propuesta para sanción después de que los agentes se lo encontrasen el pasado 21 de marzo en la plaza de San Martiño Pinario, en la zona histórica compostelana, consumiendo bebidas alcohólicas. Nuevamente, el día 26, en la rúa Trindade, cuando consumía sustancias estupefacientes en compañía de otras personas. El 28 de marzo deambulaba por la avenida de Lugo. El 1 de abril, en la Rúa Nova y el 2 consumiendo bebidas alcohólicas en la plaza del Toural.

Según consta en la sentencia, los agentes le comunicaron en cada una de las intervenciones la existencia de un espacio habilitado para personas sin hogar. Ese lugar se encuentra en las instalaciones del seminario menor de Belvís y se ha destinado específicamente para acoger a personas que carecen de una vivienda. En ese espacio cuentan con habitaciones, aseos y un espacio verde por el que pueden pasear.

Los efectivos policiales le advirtieron, además, de las consecuencias de permanecer en la vía pública durante la vigencia de la alerta sanitaria.

REBAJA DE LA CONDENA

El Juzgado de Instrucción número 1 de Santiago, lo ha condenado como autor de un delito de desobediencia.

La magistrada Ana López-Suevos considera que estos hechos constituyen un delito de desobediencia e impone la pena solicitada por el fiscal, que en realidad son tres meses de prisión. No obstante, esta pena se ha reducido en un tercio (de 3 meses a 2) por tratarse de una sentencia de conformidad, y es que el acusado reconoció y aceptó los hechos.