Un estudio de aguas residuales sitúa la cocaína como droga dominante en Santiago
En el estudio participó la USC y se analizaron 120 ciudades de 37 países
Mapa del estudio de drogas de la USC
Madrid - Publicado el - Actualizado
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El análisis de las aguas residuales generadas por cerca de 60 millones de personas de 120 ciudades de 37 países (14 en Europa) centra un estudio orientado a la evaluación de cuatro sustancias ilegales (anfetamina, metanfetamina, éxtasis y cocaína), en el que participan varias universidades, entre ellas, la USC. Los resultados de estas investigaciones confirman grandes diferencias que existen en el uso de sustancias psicoactivas en el contexto mundial y, en el caso de Europa, aunque se advierten pautas de consumo diferenciadas, se constata que la cocaína sigue siendo la droga dominante en las ciudades del viejo continente, en los países de Suiza, Italia, Francia, España o Reino Unido.
El artículo ‘Avaliación espazo-termporal do uso ilícito de drogas a gran escala: evidencia de 7 anos e monitoreo internacional de augas residuais’, que ha publicado este miércoles la revista Addiction, y en el que participan los investigadores del grupo de Cromatografía y Quimiometría de la USC José Benito Quintana, Rosario Rodil, Rosa Montes e Iria González Mariño, aporta los resultados de las campañas de monitorización de aguas residuales durante un período mínimo de siete días desarrolladas entre 2011 e 2017.
Las investigaciones de monitorización de aguas residuales contribuye a proporcionar datos anuales útiles para discernir patrones temporales de consumo de drogas. Así, mediante el análisis del auga de entrada de una estación depuradora (EDAR), y a partir de la concentración de la propia sustancia que se excreta a través del orín, se puede estimar la cantidad de droga conusmida por la población.
La cocaína es la droga dominante en las ciudades del Sur y en el Oeste de Europa, en las que su consumo ha experimentado un aumento destacado.
En Santiago de Compostela, ciudad que participa en este estudio desde los inicios, en 2011, se observa un patrón y unas tendencias de consumo similares al resto de España.