El gobierno local quiere regular los comercios de recuerdos de la zona histórica de Santiago

La concejala de Igualdad, Promoción Económica y Turismo, Marta Lois, anunció ayer la "necesidade de elaborar un plan de dinamización comercial do Casco Histórico de Compostela", que permita garantizar la continuidad de la actividad comercial en un contexto de globalización y expansión del turismo.

Según la edila, "o comercio local tivo sempre un papel fundamental en Compostela coma elemento estruturador e dinamizador da vida económica, social e cultural da cidade". 

El Plan Estratéxico de Comercio 2017-2021 recoge una serie de líneas estratégicas que ahora quieren desarrollar, como son: la protección del comercio histórico, singular y emblemático; el fomento del producto propio, autóctono y/o local; el impulso, la consolidación y la mejora de los comercios en activo; garantizar la continuidad de la actividad comercial y la creación de un observatorio comercial.

PROBLEMAS COMUNES

Marta Lois señala que "a problemática dos cascos históricos é común ás cidades Patrimonio da Humanidade e todas traballamos na mesma liña de diagnosticar para poder implantar determinadas medidas".

Lo que busca el gobierno local de Compostela Aberta es fomentar en la zona momumental los establecimientos comerciales que ofrecen bienes y servicios para la comunidad y ordenar aquellos establecimientos que se dediquen en exclusiva a la venta de recuerdos.

ESTUDIO DEL COMERCIO HISTÓRICO

El Concello de Santiago ha contratado a una consultora que se encargará de llevar a cabo los trabajos. Esperan poder contar con un avance en el mes de junio.

Por una parte, se van a definir estructura y contenidos del futuro Observatorio del comercio del centro histórico de Santiago, y, por otro lado, elaborar un inventario de las tiendas de recuerdos en Santiago. Dependiendo de los resultados de ese informe, el gobierno local decidirá si conviene hacer una normativa sobre este tipo de establecimientos.

El plan, según el gobierno municipal, identificará cuáles son las alternativas para la protección del comercio de interés público (que comprende las categorías de comercio de proximidad, histórico o de interés social) desde la perspectiva fiscal y administrativa, por ejemplo, mediante la concesión de determinados beneficios fiscales o facilidades administrativas para conservación y restauración de elementos patrimoiales.