El gran Teatro "estilo Gotham" que se perdió Santiago

Imagínate en pleno Hórreo, en la zona centro de Santiago, contar con un gran teatro y cine donde hoy se erige el edificio “Viacambre”.

Este Gran Teatro Cine Montero Ríos sería un espacio cultural con capacidad para 1.500 localidades, varias plantas y muy lujoso, con grandes lámparas y vidrieras y hasta un refugio antiaéreo. La fachada de este proyecto a algunos les recuerda al estilo de Gotham, la ciudad de ficción del superhéroe Batman.

Esta idea se llegó a proyectar en el papel en el año 1945, pero nunca se hizo realidad. Y es uno de los proyectos que puedes ver en una exposición en la Casa del Cabildo, en Platerías, comisariada por la historiadora Ana Castro.

En esa interesante muestra podemos ver catorce diseños que nunca se llevaron a cabo en la ciudad y que hubiesen cambiado mucho la Compostela que conocemos hoy en día.

Por ejemplo, aquí descubrimos una recreación de la cabecera gótica de la Catedral de Santiago, que comenzó a construirse en el año 1258 y que fue paralizada. Esta obra sobre la basílica se hubiese “comido” gran parte de la Plaza de la Quintana.

“Debajo de las escaleras de la Quintana quedan los vestigios, quedan las primeras arcadas de lo que sería esa parte gótica en piedra”, nos relata Castro.

Y en la zona histórica de Santiago también muy llamativo otro proyecto que conectaba Porta Faxeira con la Catedral en una avenida más amplia y porticada que pasaría por Trinidade. Este proyecto planteaba tirar viviendas para acceder a la basílica de una manera más espectacular y abierta. El diseño, que contó con consenso político y social entonces, no siguió su curso. La guerra civil se llevó por delante esa idea, que quedó en un cajón. ¿Hoy sería posible llevarla a cabo? En la actualidad vivimos un momento donde se prima más la conservación y protección del entorno.

En la muestra también podemos ver un vídeo inédito sobre cómo fue el derribo en el 1975 del edificio Castromil, en pleno Ensanche. Hoy la idea compartida es que se trató de un error histórico en el urbanismo de Santiago, pero Ana Castro argumenta: “Hay que pensar que nosotros lo vemos con ojos del 2023, pero el sentimiento de la población, de los políticos y de los movimientos económicos era de otra época. En su momento el derribo no fue un gran drama. Tenemos que hacer una reflexión y ponernos en la época”.

En esta exposición conocemos también un proyecto de rehabilitación y ampliación de ese edificio Castromil: “El colegio de arquitectos de Galicia planteó unir un edificio antiguo con un anexo más moderno para sala de exposiciones y biblioteca, con garaje. Una manera de mantener el patrimonio y desarrollar proyectos nuevos”

LA TORRE DE TELECOMUNICACIONES-MIRADOR DEL PEDROSO

Dentro de los proyectos que se nos muestran hay uno que suscitó debate y es más reciente, así que todavía hay quien lo recuerda perfectamente: el proyecto de Norman Foster en el Pedroso. Aquí se llegó a plantear una torre de telecomunicaciones, que contaría con zona acristalada, mirador y hasta restaurante: “Era un proyecto arquitectónico enorme y muy importante. Para la época era muy moderno. Pero en ese mismo tiempo estaba el proyecto de la Ciudad de la Cultura y, probablemente, por decisiones políticas y económicas no se llevó a cabo”.

Toda esta muestra tiene un fin de divulgación al público general. Hay 30 paneles informativos y medio centenar de planos, además de recreaciones en 3D y piezas originales o maquetas.

¿Qué hubiese pasado si en la Ciudad de la Cultura se hubiese optado por otro diseño distinto al de Eisenman? En la exposición encontramos las maquetas de otros proyectos que optaban a realizarse en el Monte Gaiás: “No planteamos si sería mejor o peor, sino diferente. Hubo un concurso con 11 proyectos y ganó Eisenman. Nuestra visión, si hubiese ganado otro, sería completamente distinta”. Explica Ana Castro.

La entrada a la expoisicón es libre y con horario de martes a sábado de 10?h a 14?h y 16?h a 20?h y los domingos de 11?h a 14?h. Los lunes cierra el espacio expositivo de la Casa do Cabido. Hasta febrero puedes descubrir este “Santiago paralelo”, lo que pudo haber sido y no fue. Más que recomendable una visita con tiempo.