FAUNA SALVAJE

No habrá batida de lobos en A Serra do Barbanza

La Xunta insta a solicitar las ayudas por los ataques, que los ganaderos consideran insuficientes

Lobo ibérico

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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La Casa de Cultura de Porto do Son acogía el pasado martes una reunión en la que los ganaderos y agricultores exponían a la Xunta de Galicia  los "graves daños" que la fauna salvaje está ocasionando tanto en las explotaciones agrícolas como en la cabaña vacuna extensiva que pasta en la sierra barbanzana. Daños que en el caso de los ganaderos, "mermó en un 80% la recría el año pasado, siguiendo en el comienzo de éste los ataques de lobos o cánidos, lo que aventura un mal panorama para la época de partos de esta próxima primavera", según Daniel Cortiña, ganadero sonense, que junto a otro medio centenar de afectados acaban de sumarse a la Asociación de Prexudicados pola Fauna Salvaxe, APERFASA.

De ahí que insistan en que, "tanto en el caso del lobo como del jabalí las poblaciones están descontroladas, por lo que urge tomar medidas si no quieren que desaparezcamos los ganaderos y agricultores, que somos los que mantenemos el medio rural y  el medio natural. Toda la vida hubo lobo, toda la vida hemos convivido con él y siempre se han autorizado batidas".

Una medida que rechaza la Xunta de Galicia al entender que, "si la situación está empeorando, como aseguran los ganaderos, tienen que acreditarlo para que tengan reflejo en los datos estadísticos. Y, en este momento, la estadística no nos acredita que eso sea así". Lo dice el Delegado de la Xunta en a Coruña, Ovidio Rodeiro, que junto a responsables de la Consellería de Medio Ambiente instaban a los ganaderos en el encuentro celebrado el martes a solicitar las ayudas al amparo del decreto que las regula por ataques de lobo, certificando los ataques con pruebas de que estos se producen, aunque reconocen la dificultad de hacerlo en una zona tan extensa como la Sierra do Barbanza, con cerca de 400 hectáreas de extensión.     

Y les animan a que, en caso de que continúen los ataques a los animales recién nacidos, "Agrupen al ganado en  zonas acotadas y protegidas" para evitar, en la medida de lo posible, las graves pérdidas que, según los afectados, han provocado que "algunas explotaciones ganaderas hayan cerrado en los últimos meses".