La impotencia de una afectada por los okupas: "Me desvalijan la casa y nadie hace nada"

En la Rúa de Belvís, en Santiago, los vecinos denuncian problemas con varios okupas: trapicheo y música de madrugada

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

3 min lectura

La Rúa Belvís es una calle de la zona histórica de Santiago. Discurre paralela al parque del mismo nombre y está detrás de la entrada del Camino Francés al casco viejo de Santiago. Es decir, su emplazamiento es difícilmente mejorable.

En el número uno de esta calle nos encontramos una vivienda amplia que conserva la estética de las casas antiguas de esta zona, aunque acusa el deterioro del tiempo. Es una casa que perteneció a una mujer que falleció hace cinco años. El inmueble se lo dejó en herencia a sus hijos y, ahora, todos sus recuerdos y pertenencias están en manos de personas ajenas a la familia, que han entrado de manera irregular a la propiedad.

La casa está okupada desde noviembre de 2019 y, desde entonces, la familia no ha hecho más que batallar en los juzgados para recuperar lo que es suyo. "Esa casa fue pagada poquito a poco con mucho esfuerzo, y que ahora vengan unas personas que no es que necesiten la casa, sino que se ponen ahí para vender droga..." Es el testimonio de Lourdes, una de las propietarias. Nos narra en COPE Santiago cómo fue la okupación: "cuando aparecieron, los vecinos nos avisaron, y dijeron que habían entrado por el primer piso. Pusimos una denuncia antes de 48 horas, que era lo que nos decía el abogado que teníamos que hacer, pero no ha servido de nada, todavía siguen allí".

Desde el primer momento llamaron a la Policía, tenían testigos de la okupación, pero pesó más el testimonio de los nuevos moradores, que aseguraron que llevaban allí más de un mes.

"DÉJAME LAS SÁBANAS PARA TAPARME POR LA NOCHE"

Lourdes relata, indignada, el momento en el que pudo recoger unos papeles importantes que había en el interior de la vivienda. Nos dice que "le dejaron" porque tuvo que pedir permiso a los okupas. "Entramos y vi que estaban desvalijando la casa, en el portal había cosas que estaban en la cocina, había muebles desmontados y como anécdota te cuento que vi unas sábanas que había bordado mi madre, las vi y les dije: estas sábanas son mías, me las llevo, y con todo el morro del mundo me dicen: oye, déjame sábanas para taparme por la noche, sino, ¿cómo pretendes que duerma?".

Los vecinos de Belvís, además, están del lado de los propietarios. Desde la llegada de los okupas los problemas no han hecho más que crecer en el barrio: música a altas horas de la madrugada, carreras por los tejados o trapicheos.

DESPROTECCIÓN DE LA LEY

"Nos sentimos desprotegidos, el abogado nos dice que solo podemos esperar". Nos comenta Lourdes que interpuso la denuncia a dos personas diferentes pero, y he aquí lo más absurdo de la situación, la justicia no las cita porque "no logran localizarlas". Según explica la dueña legítima de la propiedad, la copia de la denuncia se la han enviado a donde estas personas están censadas y, evidentemente, ahí no las van a encontrar.

Lourdes no da crédito de la situación que le ha tocado vivir: "Está todo medio paralizado (en los tribunales) porque no dan encontrado a la otra parte. Me parece absurdo. Saben perfectamente dónde están, que le manden la notificación a Belvís, que sabemos de sobra que están ahí".

Lourdes lamenta la inacción de la justicia: "Vamos a tener unos daños irreparables en la vivienda, además ellos seguro que se van a declarar insolventes": Se pregunta quién le va abonar los destrozos y lo sustraído de los robos.

"Sentimos que la justicia no está funcionando". Sentencia Lourdes.