La insólita vida del único español que participó en el Día D que cambió la historia de Europa
El gallego Manuel Otero recibe este 6 de junio un homenaje en su localidad natal de Outes (A Coruña) cuando se cumple el 80 aniversario de su muerte en el desembarco de Normandía
Santiago - Publicado el - Actualizado
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La localidad coruñesa de Serra de Outes acogerá este 6 de junio un homenaje a uno de sus vecinos que, hasta hace poco, era un verdadero desconocido para ellos. Y eso que sus restos reposan en el cementerio de O Freixo de Sabardes, parroquia donde reside uno de sus pocos familiares con vida, una sobrina que hace ahora diez años fue la responsable de destapar la increíble historia de Manuel Otero.
Un héroe de guerra para los Estados Unidos y el único español del que se tenga constancia que participó en el Día D, en el desembarco de Normandía, un 6 de junio de 1944, encontrando la muerte en la tristemente célebre Omaha Beach donde fallecieron miles de soldados de los ejércitos aliados. Y que supuso el principio del fin del terror Nazi en Europa y el inicio del fin de la 2ª Guerra Mundial.
DE OUTES A NUEVA YORK PASANDO POR UNA CÁRCEL FRANQUISTA
Nacido en Outes en 1916, Manuel Otero cumplía en Santander su servicio militar obligatorio cuando estalló la Guerra Civil española, lo que provocó que luchara en el bando republicano, alejándolo de su familia en Galicia, entonces controlada por el bando nacional.
Lo que provocó que tras el fin de la contienda civil, ingresara en una cárcel de Barcelona de donde su familia pudo sacarlo después, regresando a su Outes natal y tomando entonces la decisión de emigrar a los Estados Unidos, fijando su residencia en Nueva Yrok.
Donde emprendió un negocio, como le contaba a su madre en las cartas que le enviaba regularmente, y donde comenzó a ganar dinero, lo que le llevó a tomar una decisión que, finalmente, fue trascendental y trágica en su vida: alistarse en el ejército estadounidense para obtener así la ciudadanía.
El problema es que lo hizo justo un mes antes del bombardeo de Pealr Harbor que provocó que EE.UU. decidiera entrar en la 2ª Guerra Mundial.
DESEMBARCO Y MUERTE TRAS PISAR SUELO DE LA EUROPA CONTINENTAL
Tras un año de formación militar en campamentos militares preparando la que era entonces operación secreta del desembarco para la reconquista de Europa, Manuel Otero fue destinado en la División de Infantería BIG RED ONE, encuadrada en el 16 Regimiento de Infantería al que se le asignó el objetivo de desembarcar en la playa normanda a la que se le dio el nombre de Omaha Beach, en el conocido como sector Doc Green, donde se produjo un elevadísimo número de bajas de las tropas aliadas por la fuerte resistencia y sistema de seguridad establecido por el ejército alemán.
Precisamente Manuel Otero fue uno de los primeros en desembarcar en la playa a las 6 h. de la mañana tras abandonar la barcaza que los llevó desde el Reino Unido y fue también uno de los primeros en caer tras explotar una mina que diezmó buena parte de su unidad. Entre el 60 y el 70 % de los efectivos fallecieron poco después de poner pie en la Europa continental.
Uniéndose así a los 3.000 efectivos que se cree fallecieron en aquellas primeras horas del desembarco de las tropas aliadas en las playas de Normandía.
UN NÚMERO EN UN FÉRETRO PARA DESCUBRIR "LA HISTORIA DE UN HÉROE"
En un principio los restos de Manuel Otero fueron enterrados en el cementerio estadounidense que se construyó en la costa normanda, aunque cuatro años después su padre consiguió la repatriación de los mismos para enterrarlos en el cementerio parroquial de Outes "con honores militares, envuelto con la bandera de Estados Unidos y con cuatro miembros del ejército estadounidense allí presentes", a pesar de que en 1948 "las relaciones entre la entonces España franquista y los EE.UU eran muy difíciles". Noticia de la que se hizo eco la prensa local del momento.
Nos lo cuenta Manuel Arenas, presidente de la asociación The Royal Green Jackets de A Coruña, responsables de descubrir la historia de Manuel Otero "gracias a una sobrina que nos llamó hace 10 años hablándonos de un tío suyo que murió en las playas de Normandía".
Una historia que el propio Manuel Arenas reconoce que no creyó demasiado, aunque la insistencia de la sobrina y hablarle de que "aún guardaban en casa el féretro" en el que los restos fueron repatriados le decidieron a visitar la vivienda familiar de Outes, muy próxima al cementerio donde reposan los restos, y comprobar cómo "en un alto de la casa, en el faiado, estaba la caja de madera con una recubierta de zinc guardada por la familia durante 70 años" y en la que era visible una numeración "que fue fundamental para descubrir que toda la historia que nos contaban la sobrina de su tío era cierta".
Y es que la numeración impresa en el féretro "se corresponde con el número de identificación que lleva en dos chapas colgadas al cuello todo soldado estadounidense y que permiten que, si fallece, una sea arrancada, quedando la segunda en el cadáver para su posterior identificación".
A partir de esa identificación, Manuel Arenas y otros compañeros de la asociación pudieron recavar toda la documentación e información que permitió, primero, que se le rindiera homenaje en Normandía con motivo del 70 aniversario del desembarco y, una década después, que este homenaje se celebre donde reposan los restos de Manuel Otero.
En el cementerio parroquial de O Freixo de Sabardes, en el ayuntamiento coruñés de Serra de Outes donde este 6 de junio, 80 años después, se volverá a hablar y se mostrarán respetos para el único español que participó en el desembarco de Normandía. Un vecino que, con 28 años, perdió la vida en el día en el que la historia de Europa y el mundo comenzó a cambiar gracias al sacrificio de miles de soldados como él.