José Antonio se jubila tras 44 años vendiendo calzado en Santiago: "estamos abrumados por el cariño"

La falta de relevo generacional y los nuevos hábitos de consumo abocan al cierre a muchos pequeños comercios.Nos acercamos a una zapatería y un ultramarinos con más de 40 años

Patricia Iglesias

Santiago - Publicado el - Actualizado

3 min lectura

“Estamos preparando el cierre”... “Liquidación por cierre”... “Cerramos por jubilación”... carteles similares a estos salpican los escaparates tanto en el Ensanche de Santiago como por la zona histórica. Según las cifras de la asociación Comercio Punto Compostela, en 2023 bajaron definitivamente la persiana alrededor de una docena de pequeños establecimientos y en este 2024 veremos desaparecer un puñado más, algunos "de los de toda la vida", como la zapatería que tiene José Antonio en el cruce de Montero Ríos y Alfredo Brañas.

A él le entró el gusanillo del comercio viendo trabajar a su abuelo en Negreira, pero no ha conseguido sembrar entre sus hijos, que eligieron otros destinos profesionales. Así que él y a su mujer, en cuanto acaben existencias, esperan disfrutar de una merecida jubilación. A través de su escaparate ha visto pasar cuarenta y cuatro años de la historia del Ensanche de Santiago: recuerda cuando su calle y las de al lado "tenían todos los locales llenos" o el movimiento que trajo a la zona la apertura del Hotel Araguaney. Asegura que muchos personajes famosos entraron a su comercio a lo largo de estas más de cuatro décadas cruzando la calle desde donde estaban alojados: "Bruce Springsteen no", pero sí recuerda a Isabel Pantoja, o a muchos jugadores de fútbol que venían "cuando el Compos estaba en Primera División".

José Antonio y su mujer se decidieron a colgar el cartel de "Cerramos por Jubilación" con alegría para sus hijos, reconoce, pero también con cierta pena por todo el cariño que están recibiendo después de todos estos años: "nunca esperábamos tener tanta atención, con toda la gente...con mucho cariño, estamos súper agradecidos".

En su caso no hay quien tome el testigo, pero este veterano comerciante apunta a otros motivos que están detrás del cierre de pequeños comercios en Santiago, como el cambio en los hábitos de compra. Asegura que hasta sus propios proveedores se lo ponen complicado: "empiezan con ofertas cuando nosotros apenas empezamos a vender la nueva mercancía... venta online y a menos precio!"

"CIERRAN COMERCIOS QUE HACEN BARRIO"

En el casco histórico, también cuelga el cartel de despedida en un supermercado que lleva cuarenta años abriendo mañana y tarde de lunes a sábado. Lola, la propietaria, prefiere no hacer declaraciones, pero sí lo hace Carmen, que se acerca siempre que puede a comprar allí aunque ya no vive en el barrio: "vinteoito anos levo vindo a comprar aquí" así que asegura que echará de menos su súper de toda la vida. Ella trabajó en la zona hace años, ahora vive en Vista Alegre, pero aunque le queda un buen trecho hasta casa asegura que "gústame parar aquí porque é o meu ambiente, gústame".

Más allá de tener a mano desde una botella de aceite, fiambre o productos de droguería... junto al súper que cierra hay quien señala: ojo, desaparecen negocios que hacen barrio. José Antonio tiene un establecimiento de hostelería en la acera de enfrente y dice que "es un valor añadido, hace como barrio, un compañerismo entre vecinos... para nosotros, tener a Lola enfrente es un valor añadido porque a los viajeros de países extraño ven esa tienda de barrio, no una de souvenirs... y dicen ¡madre mía, estoy en un lugar auténtico!"

Por eso, como comerciante pero también como vecino, pide que se apueste en serio por mantener el pequeño comercio: "deberían repensar ciertas cosas.Aquí durante un tiempo se creó una protección que desempeñó su labor, y la zona vieja está perdiendo mucha fuerza, mucho vigor, y creo que es momento de repensar muchas políticas y muchas cosas".

Ese pequeño comercio que todo el mundo asegura que es mejor, pero que tiene que luchar contra la comodidad que ofrecen las grandes superficies: "da pena que cierren pero la comodidad... a veces tienes que hacer una compra más grande y ya aprovechas", explica una clienta. La esperanza, en las palabras de otra que encontramos empujando su carrito por Xeneral Pardiñas: "pero si todo Santiago es un centro comercial! Vas aquí, allí... a todas las esquinas! Estás acostumbrada a la gente, te atienden de otra manera... A mi me gusta el comercio pequeño!"

El comercio local es casi una especie en extinción tanto en el Ensanche como en el casco histórico

Temas relacionados