Más de 1.200 familias recurrieron por primera vez a Cáritas Diocesana durante la pandemia

Las ayudas se han incrementado un 43% en apenas dos meses: las familias extranjeras son las que viven una situación más preocupante

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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"La situación es terrible, preocupante": lo dice el director de Cáritas Diocesana de Santiago, Anuncio Mouriño, después de detallar en cifras la labor de la institución desde que comenzó la pandemia. En apenas dos meses, Cáritas Diocesana atendió más de 3.200 solicitudes de ayuda: esto supone una media de incremento del 43%, pero ha habido zonas, en el norte de la provincia de A Coruña, donde ese porcentaje se dispara hasta el 100%. Llama la atención la cantidad de familias que no habían recurrido a Cáritas hasta ahora, unas 1.200, pero también les preocupa las que ya no acudían a solicitar ayuda, habían pasado el bache de la crisis, pero han tenido que volver: más de 300 entre marzo y mayo.

LA PEOR SITUACIÓN, EN LAS FAMILIAS QUE HAN LLEGADO DE FUERA

Anuncio Mouriño señala como especialmente preocupante la situación de las personas extranjeras que en algunos casos tardan años en regularizar su situación y por lo tanto, no pueden trabajar: "no tienen derecho a nada", subraya. Procedentes de Brasil, de Argentina, de Venezuela, en algunos casos, descendientes de gallegos.

El gasto de Cáritas en ayudas en lo que llevamos de crisis sanitaria supera ya los 125.000 euros. Anuncio Mouriño dice que no sabe cuánto tiempo podrán seguir manteniendo este nivel asistencial, porque esta situación llega en un momento de bajada de ingresos, a pesar de que puntualmente han recibido aportaciones importantes por parte de empresas y particulares. Pero pone otro dato encima de la mesa: 1 millón de euros destinó Cáritas en los últimos dos años a pagar ayudas en recibos de la luz o alquileres, a familias que no pueden acogerse a los sistemas de protección articulados desde las administraciones.

El director de Cáritas Diocesana señala como nota positiva en esta crisis la implicación sin precendentes de los ayuntamientos. En el caso de Santiago, aplaude la experienciadel albergue de transeúntes en el seminario: cuatro personas que pasaron allí el confinamiento continuarán ahora en un piso de Cáritas, otros seguirán en programas municipales y también se reforzará la asistencia desde el centro Vieiro.