El individuo que atacó el comercio del Vilar no está detenido

El nº 60 de la Rúa do Vilar ha aparecido con el escaparate destrozado. Los cacos se llevaron piezas del escaparate

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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El establecimiento de Carmen Pose, en la Rúa do Vilar, 60 ha sido atacado. Hablamos con el hijo de la dueña, José Manuel, que estaba  muy nervioso y nos explica que hoy toca hacer balance de los daños ocasionados de madrugada a su comercio. Con todo, ha sacado unos minutos para atender a COPE Santiago: "A las 2 de la madrugada la Policía Local interceptó a un individuo con un hacha y, después lo que hizo fue coger una alcantarilla en la Rúa do Vilar, tirarla contra el escaparate y sustraer todas las piezas".

Según el relato del afectado y en base a lo que le han trasladado los agentes, fue perdiendo las piezas del comercio sustraídas por el camino y la Policía pudo hacerse con algunas, que ahora los dueños podrán recuperar.

La Policía le ha avisado a los responsables del comercio que no está detenido, pese a todo, e incluso lo han calificado como una persona "violenta y peligrosa".

Le preguntamos a José Manuel si se trata de alguno de los "habituales" de la Plaza del Toural. Y es que, según nos trasladan desde la asociación de comerciantes Compostela Monumental, parece que se trata de una de las personas conflictivas que pasa el día en los soportales del Vilar.

José Manuel nos dice que ha tenido conocimiento por comerciantes de la zona que son los mismos que entraron en Docobo, otro establecimiento del entorno al Toural. En ese caso su escaparate tenía reja, pero provocaron también destrozos en este local utilizando otra tapa de alcantarilla.

PROBLEMAS HABITUALES DE CONVIVENCIA

Los comerciantes están hartos problemas de convivencia y seguridad en este punto. José Manuel nos explica que "justamente ayer me sucedió eso con las personas que están en el Toural, los indigentes de la plaza entran al comercio, me amenazan y están en muy mal estado, alcohol y otras cosas..."

Nos explican que se meten en los comercios, en las cafeterías e insultan e increpan a viandantes y turistas. Además de la imagen mala de la ciudad, ahora se suman los robos.

¿Hasta cuándo?, se preguntan los comerciantes.