Santiago en San Valentín: una celebración que se va desinflando
Santiago celebra el amor como cada San Valentín. Si bien, parece que la celebración ha ido a menos en la última década, a juzgar por los comentarios de los comerciantes
Santiago - Publicado el - Actualizado
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Tartas en forma de corazón, corazones entre joyas de algunos escaparates, también medio camuflados junto a los carteles de las rebajas… El 14 de febrero pelea por seguir presente, pero la verdad es que solo hay un tipo de negocio en el que nos han dicho, están teniendo movimiento, pero casi desde esta mañana: en las floristerías.
Rosas y tulipanes, sean sueltos o en ramo, es el regalo preferido en este día… y casi el único: porque hemos pasado por pastelerías, joyerías, tiendas de ropa y complementos… y en algunos cuentan que ni teniendo ofertas especiales con motivo de este día están teniendo movimiento de caja: “Este año coincidió con Carnaval y la gente se da cuenta hoy que es San Valentín… y vienen de última hora, aunque tenemos clientes de todos los años que no fallan con su rama de rosas”.
Algunos comerciantes apuntan a que desde hace años es una fiesta que va a menos: “Estos días nada para San Valentín, cuando antes tanto en plata o en oro se llevaban alianzas, pendientes…”. Nos explican desde una joyería: “La fecha ya no funciona. Cada año, menos”.
¿Se desinfla San Valentín por una cuestión de precios? Pues por lo que dice la gente… no especialmente: parece que quien quiere regalar, cree que no es preciso esperar a una fecha en el calendario y son menos los que hoy van a tener algún detalle o esperan una sorpresa: “Hay más días, cuando se quiere, siempre se tiene algún detalle”. Nos explica una joven. Otra compostelana explica que prefiere hacer regalos hechos por ella misma: “detalles hechos por mí, no regalaría nada caro, ni del otro mundo…”
Otro joven nos explica que no comprará nada hoy “porque no tengo a quien regalarle, pero me gusta más regalar que me regalen. Es más satisfactorio ver la cara de los demás”.
También hay quien acaba con la ilusión a golpe de realismo crudo: “Es un día comercial y punto”.