La sorprendente segunda vida de la madera tras 25 años sumergida en las rías de Galicia

Franscisco Millán logra el Premio Artesanía de Galicia al frente de Frouma Atlantic Wood en Ribeira (A Coruña) diseñando muebles con madera de bateas reutilizada

íñigo Landa

Santiago - Publicado el - Actualizado

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Las bateas para el cultivo de mejillón y ostras se ha convertido ya en una de las imágenes icónicas que caracterizan el paisaje marino de las Rías Baixas, suponiendo además uno de los sectores productivos más importantes en toda esta zona costera.

En estas grandes estructuras de madera flotantes se cuelgan las largas cuerdas submarinas donde se adhieren los moluscos hasta que son recolectados tras meses de crecimiento. Estructuras en forma de parrilla y que tienen un periodo de utilidad de unos 25 años, tras lo que los embates del mar y la salinidad del agua obligan a su sustitución por otras nuevas.

Generando un residuo de madera en el que hace ya un tiempo se fijó Francisco Millán, carpintero de la localidad coruñesa de Ribeira y en el que vio una oportunidad de darle una segunda vida a toda esa madera, convirtiendo las largas vigas que llevaban un cuarto de siglo bajo las aguas del mar en muebles de diseño que acaban de tener un primer gran reconocimiento público con el Premio Artesanía de Galicia.

"TRABALLAR NA MIÑA TERRA, EN RIBEIRA, CUN PROXECTO DIFERENCIADO"

Premio que Francisco Millán recogía "igual de emocionado que nervioso" según reconoce en COPE de las Rías desde su taller de Frouma Atlantic Wood de Ribeira, localidad a donde quiso regresar "tras estar anos traballando coas mellores empresas de ebanistería do mundo" y cansarse de pasar largos periodos fuera de casa.

"Decidín establecerme aquí, na miña terra, en Ribeira" y emprender un negocio "que fora algo diferente, no que Galicia fora algo central do proxecto e que non tivera só un fin económico, se non que tivera esencia e valores".

Fue así como se fijó en la madera procedente de las bateas que eran retiradas de las aguas de la ría de Arousa cuando cumplían su ciclo de 25 años "e que se utilizaban de maneira moi residual, para un porche ou como elemento de xardín" pero donde Francisco vio mucho potencial y que se podían hacer cosas muy diferentes "cunha madeira na que cada peza é moi diferente, por cómo traballa o mar, polo que ningunha é igual a outra", teniendo además la particularidad de tener "unha alta durabilidade pola sanilidade que aporta a auga do mar".

Comenzó así a gestarse en 2022 una aventura empresarial en solitario que empezó a fraguar "a comezos deste 2023" y que, por el momento, está teniendo éxito.

Con dos líneas de negocio y venta abiertas: por unha parte la colección de mobiliario "que vai tanto ao cliente final o particular como para estudios de interiorismo e arquitectura de decoración en sectores exclusivos" y otra "mais ad hoc, traballando da man deses estudios de arquitectura ou interiorismo para facer pezas ou as instalacións que necesiten".

Trabajos que están saliendo ya fuera de Galicia y de España, lo que supone un reconocimiento al trabajo de todo este año 2023 en el que lleva funcionando Frouma.

Y que acaba de tener su primer reconocimiento público, más allá del éxito empresarial, con el Premio de Artesanía de Galicia para este carpintero que continúa en Ribeira con la saga y profesión de su familia

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