Tesoros Reales de Jerusalén en Santiago, como no los verán en ningún lugar del mundo

Seleccionamos las piezas más destacadas de una exposición que en España sólo se podrá ver en Santiago. Son regalos de los reyes europeos a Jerusalén de incalculable valor

Patricia Iglesias

Santiago - Publicado el - Actualizado

4 min lectura

"Tesouros Reais" nació casi por casualidad: nos lo cuenta Miguel Ángel Cajigal, técnico de la Cidade da Cultura y uno de los guías que acompaña las visitas a la muestra... y al que pedimos que nos ayude a que los árboles nos dejen ver el bosque.

Resulta que uno de los comisarios internacionales de la exposición, Jacques Charles-Gaffiot, de visita en Tierra Santa se encontró con que allí custodiaban piezas que en su país, Francia, ya habían desaparecido: "hai que ter en conta que Luis XIV fundiu boa parte dos tesouros do reino en pagar as súas guerras... así que aparte do valor de Terra Santa, estas pezas teñen o valor de ser como unha especie de cámara do tempo na que estes obxectos quedaran salvaguardados mentres que nos reinos orixinais, Nápoles, España, Portugal pero sobre todo, Francia...esta orivería rica xa non se conserva porque pasaron mil cousas!" Posiblemente Gaffiot no sospechaba a dónde lo iba a llevar ese hilo de oro del que empezó a tirar.

FELIPE II ABRIÓ LA VEDA Y NADIE QUISO QUEDARSE ATRÁS

Entre las piezas más antiguas que nos permite conocer este viaje en el tiempo están las que envió el monarca español Felipe II: un paño litúrgico y un cáliz de oro de estilo renacentista que se pueden admirar en vitrinas, aunque el cáliz, por su conservación, posiblemente estuvo en uso hasta fechas muy recientes, explica nuestro guía:" Felipe II estaba moi interesado en amosarse como o rei máis cristiano de todos, e unha maneira de facelo foi cuns agasallos moi luxosos e moi importantes ó Santo Sepulcro, ademáis de ás catedrais españolas".

Felipe IV no quiso ser menos, y uno de sus encargos fue un baldaquino eucarístico de plata y oro que es una de las piezas más grandes que acoge la exposición.

Portugal tampoco se quedó atrás en sus ofrendas: "foi a segunda coroa que máis regalos e máis ricos fixo a Terra Santa".

Joao V quiere reimpulsar el poderío de Portugal, aprovechando las riquezas que le llegan desde Brasil. Así que está documentado que "enviou dúas lámpadas de ouro macizo, das que só se conserva unha"... que se puede admirar en esta muestra. "As lámpadas votivas son algo moi tradicional no Santo Sepulcro", explica Cajigal, así que es posible que por eso le recomendasen al rey luso que ese podría ser un presente bien recibido. "Ás veces, máis que unha basílica parece unha mesquita, con tantas cousas que penden do teito alí", asegura el experto.

A pesar del oro portugués, el conjunto más lujoso que se envió a Jerusalén llegó desde Nápoles: Carlos de Borbón, futuro Carlos III de España, mandó un regalo que incluía un báculo episcopal, cruz de altar, baldaquino y una custodia elaborados íntegramente en oro y piedras preciosas: "é unha barbaridade, rubíes, esmeraldas, diamantes... todo o que se nos ocurra, tremendamente tallado e dunha maneira moi delicada para reforzar a mensaxe eucarística, porque son as parras da vide, as espigas de ouro moi finiño...Esta é a peza desmadrada, a xente cando chega aquí, xa marea..." Cajigal insiste sin embargo en el alto simbolismo político que hay detrás de todas estas piezas religiosas:" o que está a facer Carlos de Borbón é amosar o seu poderío, eu son así de potente, podo mandar estes regalos a Terra Santa..."

EL REY SOL NO IBA A SER MENOS...

Cuando empezó el declive del imperio español, Francia sacó músculo y especialmente con Luis XIV la exhibición de poder también se hizo notar en los regalos que enviaba a Jerusalén:"o pobo popularmente parece ser que dicía que os mellores agasallos eran os franceses" asegura Miguel Ángel Cajigal, ante las vitrinas que recogen los tesoros enviados desde París, donde tampoco se daba puntada sin hilo. Para muestra, la vara de un báculo episcopal abarrotada de flores de lis. " Se colles a vara e imposible que te esquezas da flor de lis, é casi como unha pedra no zapato que te lembra que a túa posición depende do rei de Francia. Ao mesmo tempo, na parte superior hai dúas esculturas dos dous santos da monarquía francesa, San Luis e San Luis de Anjou...moi finalmente Luis XIV amósase como o novo Luis de Terra Santa. A conexión política é perfecta!".

EN SANTIAGO, COMO EN NINGÚN SITIO

Las más de 70 piezas llegadas de Tierra Santa, todas de valor incalculable, tienen en Santiago un valor añadido: aquí están complementadas por elementos de distintos museos y algún convento gallego que permiten ponerlas en contexto. Entre las más llamativas, sin duda la maqueta de la Basílica del Santo Sepulcro que elaboró un fraile franciscano que vivió en Jerusalén en los años 40. La reproducción que hizo fray Bartolomé de las Heras en madera de olivo es minuciosa tanto en el exterior como el interior: "era un artistazo, porque está toda detallada e para algunas das pinturas utilizou as técnicas orixinais, para as iconas bizantinas, por exemplo... É a peza estrela do Museo de Terra Santa de Santiago". La pieza fue restaurada para esta muestra, en la que se pueden contemplar imágenes del interior, tomadas con una micro cámara.

Las visitas guiadas programadas hasta mediados de abril tienen ya todas las plazas cubiertas, pero se ofertarán más en los próximos días.

La entrada a Tesouros Reais, tanto libre como con guía, es gratuita. La muestra permanecerá en Santiago hasta el 4 de agosto, cuando partirá a su siguiente destino europeo, posiblemente en Italia.

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